tag:blogger.com,1999:blog-2902988321376780741.post2119078494069056619..comments2024-03-21T17:00:49.725+01:00Comments on CRISIS DE PAPEL: Tres Azañas tresJLGMhttp://www.blogger.com/profile/17532221616232642359noreply@blogger.comBlogger3125tag:blogger.com,1999:blog-2902988321376780741.post-56621315342178912482021-08-09T19:02:21.584+02:002021-08-09T19:02:21.584+02:00Unamuno decía de Azaña que era un escritor sin lec...Unamuno decía de Azaña que era un escritor sin lectores y que podría organizar una revolución para tenerlos. Azaña siempre se refirió a Unamuno con respeto, aunque también ironizaba a costa de don Miguel diciendo que sus convencimientos le duraban poco. Una veleta excéntrica. Esas declaraciones que usted cita son efectivamente de cuando Unamuno apoyó a los golpistas durante las primeras semanas de guerra civil. Unamuno fue destituido del rectorado por decreto de Azaña. Por traidor. Luego, ante la represión feroz en Salamanca y la profusión de banderas nazis y fascistas, “el bestial terror de retaguardia y asesinatos sin justificación”, como él escribió, Unamuno cambió una vez más de bando. Acabaría refiriéndose a los rebeldes como “militarización africana pagano-imperialista” y concretamente a los falangistas como “dementes.” Y llegó el escándalo del 12 de octubre de 1936 en el paraninfo de la universidad con el general legionario Millán Astray, ese “grotesco y loco histrión” según Unamuno. Seguidamente, don Miguel fue cesado del rectorado salmantino por los franquistas y expulsado de mala manera del casino al que acudía a perorar todas las tardes. Se le puso una escolta policial que le seguía allá por donde fuera. Unamuno se consideraba un rehén y llamaba al sabueso que lo custodiaba “pobre esclavo.” Murió (¿o lo mataron?) el último día de 1936. Lea para enterarse de sus últimos meses su correspondencia, las notas luego editadas con el título de “El resentimiento trágico de la vida”, la biografía clásica de Emilio Salcedo, el excelente “Agonizar en Salamanca” de Luciano González Egido y también “Mueran los intelectuales. Viva la muerte” de Carlos Rojas. <br /><br />Saludos.Polhttps://www.blogger.com/profile/07590544358600878254noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-2902988321376780741.post-56866962221412692782021-08-06T10:50:09.664+02:002021-08-06T10:50:09.664+02:00Omite usted, no sé si por desconocimiento o porque...Omite usted, no sé si por desconocimiento o porque no le sirve para su visión en blanco y negro, lo que dijo Unamuno al periodista norteamericano Knickerbocker (publicada en "El Adelanto" salmantino el 18 de agosto del 36: "Azaña debería suicidarse como acto patriótico". Digo esto porque calificar a Unamuno de "inefable" o "talibán" quizá sea un poquitín más difícil. Aunque quién sabe; como dijo Rafael el Gallo, "hay gente pa tó". Josehttps://www.blogger.com/profile/16954456271141979635noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-2902988321376780741.post-5980757331698501812021-07-02T12:57:21.093+02:002021-07-02T12:57:21.093+02:00Podría hacerse una antología con los peores y más ...Podría hacerse una antología con los peores y más delirantes insultos que los derechistas dedicaron a Manuel Azaña, ahora convertido en símbolo nacional al estilo de su correligionario Antonio Machado. Desde “aborto de las checas” a “oruga repulsiva” pasando por Nerón, homosexual, “pedazo de carne amorfa sobre capitel desdentado y verrugoso”, “basura flotante”, “vampiro” o “aborto.” Pero no fueron solo cagatintas de extrema derecha hoy piadosamente olvidados los que vejaron a Azaña ya desde 1931. Escritores de categoría también le pusieron pingando. El inefable Pérez de Ayala, seco de inspiración y cada vez más facha, la emprendió con Azaña como salvoconducto para unirse a los franquistas. Para don Ramon, a Azaña le faltaba “hormona testicular” y era “afeminado y una ruindad”, además de un “degenerado mental.” Más breve, Pío Baroja decía de Azaña que no era nada, “hombre para ser profesor de un instituto”, aunque reconocía que hablaba bien y escribía con claridad. Muchos años después, el pequeño talibán de sacristía quiso recuperar a Azaña como precursor del “liberalismo” de Aznar, lo que era demencial. Hoy parece que después de la gran biografía de Santos Juliá se va imponiendo una interpretación crítica pero rigurosa de este estadista y escritor. <br /><br />Estoy muy de acuerdo en que lo mejor de Azaña es la “Velada”, sus discursos y memorias. Quizá también una colección de artículos que publicó poco antes de morir en la prensa francesa y luego recogidos en libro con el título de “Causas de la guerra de España.” Es imposible en menos líneas y de una manera más precisa y desapasionada explicar el origen de la Guerra Civil. Azaña demuestra que la inteligencia, el rigor y la buena pluma le acompañaron hasta el final. <br /><br />Saludos. Polhttps://www.blogger.com/profile/07590544358600878254noreply@blogger.com