jueves, 31 de marzo de 2011
Felipe Benítez Reyes: Cuatro blogs y un elogio
Felipe Benítez Reyes
Las respuestas retóricas
La isla de Siltolá, Sevilla, 2011
No hay que confundir el continente con el contenido. Internet ha cambiado el modo de difundir la literatura. ¿Ha cambiado la literatura? Un editor sevillano, Javier Sánchez Menéndez, tuvo la feliz idea de reunir en volumen una selección de los blogs literarios más significativos. El resultado por lo general no se diferencia demasiado de las recopilaciones de artículos o de los diarios personales.
En algunos casos, como el de Enrique García-Máiquez con De ida y vuelta no se diferencia nada, ya que lo que recopila son los artículos a los que remitían las entradas de su blog. La mayoría de los admiradores de Enrique García-Máiquez, un poeta a la vez ingenioso y hondo, un prosista tocado por el dedo de la gracia, no conocían esos artículos, publicados en revistas de combativo conservadurismo religioso. Y no creo que mejoren mucho su opinión al conocerlos. García-Máiquez se muestra en ellos como un brillante sofista que defiende sus creencias con desprecio de la verdad. “Los indígenas americanos hicieron un negocio redondo con el descubrimiento y la colonización”, afirma. Y continúa: “Cambiar sus religiones, a menudo sangrientas, por la católica fue un chollo” (inquisición y autos de fe son sin duda inventos de la leyenda negra). Para colmo, la oferta “incluía un dos por uno, y los indígenas se llevaron de regalo el idioma español”. Tampoco “cambiando pepitas de oro por espejitos hicieron el indio”, porque –se pregunta poéticamente— “¿qué es el amarillo brillo del oro sino un sonoro ripio comparado con los infinitos colores que caben en el cristal limpio de un espejo?”. La poesía puesta al servicio de la sinrazón. ¡Tantas tiendas que compran el oro a buen precio y aún no se han enterado que podrían cambiarlo por espejitos! Como aplicado discípulo de Juan Manuel de Prada, aunque él cree serlo de Chesterton, García-Máiquez se inventa un “progre” de caricatura para poder refutarle y burlarse a gusto. No, amigo García-Máiquez, un “progre” no se entristece en una boda y se alegra en un divorcio: se alegra de que, cuando un matrimonio no funciona, exista la posibilidad de divorciarse.
José Manuel Benítez Ariza subtitula Pintura rápida, la selección de su blog, “Diario de un otoño”, y efectivamente se trata de breves apuntes que hablan de cotidianidad y lecturas, de sus clases, de sus intervenciones en algún concurso literario, de su gata, de algún viaje, del tiempo que hace. Benítez Ariza, un escritor “muy apegado a la autobiografía”, antes de abrir su blog nunca había llevado un diario. En el prólogo explica las razones: “Mantener un diario al uso me ha parecido siempre, literariamente hablando, una tarea fútil, porque, o bien este era verdaderamente íntimo, y por tanto quedaba excluida toda posibilidad de que el autor se beneficiara del diálogo implícito que a través de sus obras establece con el público, o bien, si su publicación estaba programada como una obra más, eso parecía ir en detrimento –y reconozco que mi actitud al respecto es algo ingenua— de la autenticidad del propio diario, de su carácter confidencial, de su verdad”. No sé si esta actitud es ingenua, sé que es muy simplista. Un diario, incluso concebido para no publicarse en vida, puede establecer un “diálogo implícito” con sus futuros lectores póstumos; y un diario publicado por su autor no tiene forzosamente que haberse programado, mientras se escribía, como una obra más: puede tratarse de un viejo diario de juventud, perdido y reencontrado. ¿Y por qué ha de ser menos auténtico, menos confidencial, menos verdadero un diario que luego se publica? La mayor parte de los libros, y especialmente los literarios al margen de las grandes editoriales, tienen un publico tan reducido que admiten mejor las confidencias que las grandes proclamas destinadas a cambiar el mundo.
Fernando Valls es profesor, especializado en narrativa contemporánea, especialmente en el microrrelato. Justifica su blog, antologado en Verde veronés, “por la carencia de espacios para la reflexión en libertad, y por la casi decepción que produce la mayoría de los hasta ahora existentes, sobre todo los más visibles, los suplementos culturales de los periódicos y las revistas literarias”. No estoy yo muy seguro de que la “reflexión en libertad” de Fernando Valls –sus elogios de Eduardo Mendoza o de Almudena Grandes, por ejemplo— encontrara muchas dificultades en los suplementos y revistas que encuentra “casi decepcionantes”. Su tono es siempre profesoral, algo convencional y sin demasiado sentido del humor; solo alguna vez se permite perder los papeles y dar rienda suelta a su mal humor, como cuando arremete contra Carlos Ruiz Zafón, reducido a sus iniciales.
Las respuestas retóricas, de Felipe Benítez Reyes, comienza con un ditirámbico prólogo de su buen amigo Carlos Marzal. Lo leemos con el escepticismo habitual en estos casos, pero bastan unas pocas páginas para que nos demos cuenta de que no hay en esas páginas ninguna exageración. Benítez Reyes convierte en mayor cualquier género menor. Su blog reúne artículos, escritos circunstanciales, alguna traducción que se quedó traspapelada. Un cajón de sastre, ciertamente. Pero sus artículos no están escritos a vuela pluma, no se limitan a dar una opinión sobre cualquier asunto de actualidad (¿quién no tiene una opinión sobre la crisis, el terrorismo, las autonomías?, ¿y a quién le importan esas opiniones, por lo general tan poco informadas como mal razonadas?); son piezas literarias escritas con la precisión de un poema. Un ejemplo, al azar, “Mercados”, enumeración de mercados cercanos y lejanos, descritos todos ellos con sorprendente e imaginativa precisión: “El mercado de Cádiz es algo así como la despensa del dios Neptuno; los pescaderos espolvorean continuamente con hielo picado su mercaduría, y los peces parecen amortajados en montones de diamantes, y sus ojos de pánico se deforman con los prismas del hielo picado, y todo parece una visión calidoscópica de ojos muertos: mires a donde mires, ves ojos muertos que te miran”.
Al publicarse en libro, los blogs de escritores pierden lo único que les caracterizaba: el comentario de los lectores, la posibilidad de aclarar y puntualizar de inmediato aquello que se ha escrito. Se convierten en libros misceláneos, en libros como los demás. Algo irritantes cuando tratan de hacernos tragar amargas pócimas sectarias con el azúcar del ingenio, como hace García-Máiquez; una caja deslumbrante de sorpresas, un continuo ejercicio de poesía y verdad, en el caso de Benítez Reyes, el escritor con más talento de su generación, según afirma Carlos Marzal en el prólogo. Uno de los escritores con más talento de cualquier generación, como afirmo yo, que le leo con nunca defraudado asombro desde que, allá por 1979, publicó su primer cuaderno de versos, Estancia en la heredad.
Que yo traiga aquí una fe, aunque sea de erratas, se verá lógico. En realidad, el artículo "Elogio del espejo" no dice "espejismo", sino "espejitos". La frase es como sigue: "Incluso en su imagen más ingenua, la de los indios cambiando pepitas de oro por espejitos, tampoco hicieron el indio".
ResponderEliminarGracias.
Aun pecando de puntilloso, insisto en la fe. De erratas, que no cunda el pánico. La pregunta citada debería rezar: “¿Qué es el amarillo brillo del oro sino un sonoro ripio comparado con los infinitos colores que caben en el cristal limpio de un espejo?” Si se me quita el "brillo”, me quedo sin el principio del ripio. A cambio, se me ocurre una errata más expresiva: en vez del título De ida y vuelta, JLGM podría haberme puesto De vuelta y media.
ResponderEliminarInsisto de nuevo y en serio en el agradecimiento.
Efecitvamente Benítez Reyes es siempre interesante a pesar de sus novelas y en este registro de los blogs luce como en ningún otro el poder mágico de su literatura.
ResponderEliminarComparar a Enrique con Prada es una maldad y limitar el contenido de sus blog a los artículos una inveracidad. Es el más poético de todos con gran distancia.
Benítez Ariza es el más aburrido pero también resulta interesante, de momento está haciendo la digestión de Proust y sigue las influencias de Trapiello sin llegar a su calidad. Confío en su evolución.
A Fernando Valls no lo he leído.
Recomiendo el blog "Cuaderno de Visperas".
Dice JLGM en una anotación anterior de su blog: "y hojeo el diario Gara (en ciertos asuntos conflictivos, estoy más de acuerdo con él que con mi diario habitual, El País: yo siempre he sido más amigo de la verdad que de Platón)". Traduce EGM en el suyo: "lee el diario Gara con hondas cabezadas de asentimiento". Como yo no tengo ninguna duda de que EGM sabe leer, me resulta difícil no coincidir con JLGM en lo de que EGM se muestra como "un brillante sofista que defiende sus creencias con desprecio de la verdad". Disentimos, JLGM y yo, sólo en que él parece no poner limitaciones a su afirmación, y dar a entender por tanto que EGM SIEMPRE se muestra así; yo, en cambio, creo que eso sólo le ocurre a veces.
ResponderEliminarDicen que el Quijote se entiende mejor con alguna errata que sin ellas... Buena reseña, en cualquiera de los casos.
ResponderEliminarRespuestas a Carmen: Yo no limito el blog de Enrique García-Máiquez a los artículos de "Alba". "Misión" y demás; pero eso es lo que recopila el libro que comento. De otra selección de su blog ya he hablado antes muy elogiosamente (casi tan elogiosamente como se merece).
ResponderEliminarY me alegra mucho admirar tanto a alguien con quien tanto discrepo ideológicamente. Nadie es de una pieza, por fortuna.
JLGM
Inagotable Marinero, con enormes dificultades podría (ni quiero) engañar a nadie cuando lo que comento sobre Gara lo enlazo directamente al blog de JLGM.
ResponderEliminarY mi fideísmo al señalar las erratas no pretendía, Miguel Ángel, dudar de la bondad de la reseña, sino defender la humilde brillantez de mis sofismas. Muchas gracias a JLGM por la corrección.
Pero si no hubiera quedado claro mi anterior comentario -cosa que para ustedes resultaría importante pero para mi es vital- quisiera especificar que mi mentada disensión con JLGM resulta mínima en relación con los aciertos que le reconozco. Hoy por hoy, le considero, a no dudarlo, uno de los mayores escritores que desde el Principado ejercen su labor crítica. A seguir así, apreciado Profesor, dando la justa réplica al conservadurismo que -en tantas ocasiones- se manifiesta desde los Blogs.
ResponderEliminarEn fin, como ya dije en el blog de EGM, la suplantación de personalidad es algo bastante poco ético. Ignoro si quien, a las 06:37, utiliza mi nombre, será el mismo que allí lo hacía; a juzgar por el estilo, yo sospecho que sí. Es curiosa la exigencia ética que dicen tener los defensores de ciertas ideas, y lo poco que les cuesta despojarse de ella cuando se trata, tal como ellos lo entienden, de ridiculizar o confundir a los otros.
ResponderEliminar¡En plena forma! Eso sí, miga el comentario del marinero (quien, a juzgar por el lío que se monta en su entrada de Las afinidades electivas, no es otro que J. C.): uno de los mayores escritores que desde el Principado... hombre, un elogio provincial a estas alturas... Una reseña como esta ni se huele en los suplementos nacionales. ¡Larga vida al califa!
ResponderEliminarAdolfo
Paciente amigo Enrique, si bien es cierto que ahí está el enlace, para quien quiera comprobarlo, no es menos cierto, a mi parecer, que entre lo que dice JLGM y lo que se traduce en el "blogg" hay una muy clara (e intencionada) diferencia. Por lo demás, hace bien poco y en ése mismo "blogg", se citaban las declaraciones del rector de la Universidad Complutense, Berzosa, sobre el asunto de la invasión de la capilla, sin hacer la más mínima alusión -ni añadir enlace alguno- al hecho de que él había condenado, clara y explícitamente, dicha invasión. No parece que ése fuera un dato precisamente irrelevante en el asunto. Y es sólo un ejemplo, que escojo por reciente; podría poner otros.
ResponderEliminarYa, ya... Por cierto, EG-Máiquez, que "De vuelta y media" sería un título atrayente.
ResponderEliminarCarlos dijo:
ResponderEliminarYo creo que JLGM acierta y se equivoca en su reseña: que ideológicamente descalifique a EGM no tiene el menor interés: cada uno tiene las ideas que tiene, y cada uno combate las que le viene en gana. En este asunto poco puede decirse, salvo que cada uno con su pan se lo coma. Acierta JLGM en la comparación ideológica de Prada y EGM, ambos son católicos y profesan y defienden sus convicciones como tales. Se equivoca JLGM al situar a EGM en la estirpe literaria de Prada y no en la de Chesterton. El Prada combativo adopta una expresión encopetada, enfurruñada. EGM, muy chestertoniano en esto, hace siempre gala de una retranca irónica y bienhumorada (algo que no se le escapa a JLGM cuando habla de “tocado por la gracia”. JLGM ha confundido estirpe literaria con estirpe ideológica, simplemente. Ese es el único error de su reseña, y eso es lo único que, de hecho, he visto que haya contrariado a EGM, que, por lo demás, se ha tomado la reseña como lo que verdaderamente es: un halago a su escritura.
En la recepción de esa reseña, frente a tanto comentario indignado con JLGM, EGM ha demostrado ser, por si había alguna duda, el más chestertoniano de todos.
La verdad, comprendo poco del comentario del 1 de Abril, a las 14:54, del anónimo Adolfo. En cualquier caso, ya habrá visto que el otro al que él se refiere, con lo del "Principado", es una suplantación. Me temo que, aquí (en este blog) como allí ("Las Afinidades electivas"), saca conclusiones demasiado rápido.
ResponderEliminarFelipe Benitez Reyes lo descubrí gracias al blog de Piquero. Habrá que echarle un ojo a este libro.
ResponderEliminarYo no creo que EG Máiquez sea edulcorado, más bien al contrario: se atreve a decir lo que otros, aunque de acuerdo, no reconocerían ni borrachos. ¿Quién es el alienado? Muchos aceptáis verdades descafeinadas porque no habéis sufrido la demagogia en vuestras carnes. Yo si
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