Peregrinaciones
Rubén Darío
Edición de Francisco
Fuster
Sevilla.
Renacimiento, 2014.
Rubén Darío no fue solo uno de los mayores poetas de la
lengua española. También ocupa un lugar de excepción en el periodismo literario.
En 1900, el año que marca el tránsito de un siglo a otro, viaja a la Exposición
Universal de París y luego recorre Italia de norte a sur. Las crónicas que fue
enviaNdo al diario argentino La Nación las
reunió en volumen al año siguiente con un título que indicaba que aquellos
viajes eran algo más que meros viajes: peregrinaciones a los santuarios de la
gran cultura. Leídas hoy estas páginas nos permiten, a la vez que volver a
recorrer lugares que no han perdido nada de su prestigio, viajar en el tiempo,
entrever al poeta D’Annunzio rodeado de su corte de admiradores, asistir a una
audiencia de Leon XIII, recorrer el París que se esconde tras las bambalinas de
la Exposición. Al efímero periodismo le suele sentar mejor el paso del tiempo
que a mucha de la literatura que nace con vocación de eternidad.
Suroeste
Revista de literaturas ibéricas
Antonio Sáez Delgado
Badajoz, 2014.
Todas las lenguas de la península se dan cita en Suroeste, una de esas revistas
enciclopédicas que se publican una vez al año y que parecen hechas para servir
de lectura durante todo el año. Hay relatos, ensayos (Arnaldo Saraiva se ocupa,
por ejemplo, de “Eugénio de Andrade e a Espanha”) y, sobre todo, poemas. En
esta última entrega, la cuarta, junto al español, el portugués o el catalán,
representados por algunos de sus mejores escritores actuales, sorprende
encontrarse con la lengua asturiana, por lo general olvidada. Los poemas de
Chechu García, que hablan de un pozo minero o de las esquelas colocadas en un
poste de la luz, nos demuestran que no hay fronteras entre lo local y lo
universal o que, si las hay, para traspasarlas solo hace falta el pasaporte del
talento. “Teselas” –como él nos dice en “Maravíes” de las maravillas del mundo–
son todos los poemas, estén escritos en la lengua en que estén escritos, “na
rara flor del tiempu”.
El Islam ante la democracia
Philippe d’Iribarne
Pasos perdidos.
Madrid, 2014.
Lo que el sociólogo francés Philippe d’Iribarne, nacido en
Casablanca en 1937, nos dice en este libre es posible que no contente a nadie,
ni a los islamófobos que consideran al mundo musulmán incompatible con los
derechos humanos y la democracia ni a los que consideran que es un mundo plural
y contradictorio que no puede confundirse con sus representantes más radicales.
También el cristianismo se opuso durante siglos a los derechos humanos y a la
democracia (“el liberalismo es pecado” dictaminó una encíclica papal), pero su
relación con la verdad y el conocimiento es distinta de la que se da en el
Islam. El Coram ha sido dictado directamente por Dios, ninguna de sus palabras
puede ser alterada o discutida; los Evangelios, en cambio, no son un único
texto, sino cuatro, y a veces contradictorios, por eso pueden ser discutidos o
interpretados. También pueden discutirse las tesis bien documentadas y bien
razonadas de Philippe d’Iribarne, pero lo que resulta indiscutible es que hacen
pensar y que ayudan a entender mejor uno de los más graves problemas de hoy: la
convivencia con el mundo musulmán, la integración del Islam en las sociedades
occidentales.
Interesante cuestión ésta del "Islam ante la democracia".
ResponderEliminarHace poco Vargas Llosa escribía (en uno de sus artículos dominicales en “El País”) que a nivel mundial la democracia está experimentando un claro retroceso como consecuencia de los populismos y, especialmente, de los integrismos. El hecho de que en varios países árabes e incluso del Magreb estén llegando al poder, o cerca de obtenerlo, partidos islamistas es alarmante. Son partidos excluyentes, ya que el integrismo por naturaleza lo es.
Cuando la política se confunde con la religión se pierde toda tolerancia, toda discrepancia, pues la religión pretende ser única (sólo una puede ser la verdadera, y todo lo que se oponga a ella es anatema).
Esto repercute gravemente sobre la vida de las personas, especialmente las mujeres, condenadas al analfabetismo (una mujer universitaria es contraria a esa concepción extrema del Islam), a la sumisión (lapidaciones por adulterio, o por no contraer matrimonio con quien su padre decide) y a esa “cárcel ambulante” en forma de burka.
El integrismo no es exclusivo del mundo árabe, y en Europa también lo hubo en forma de catolicismo a machamartillo, índice de libros prohibidos e Inquisición.
Lo peor del integrismo es la gran dificultad (casi imposibilidad) de salir de él, pues se inocula e imbuye a los niños desde la primera infancia; y después prohíbe y censura todas las lecturas, todas las opiniones y todos los medios de comunicación que ofrezcan otra visión diferente del mundo.
En estas condiciones la gran pregunta es ¿cómo se “desfanatiza” a un fanático?
Rubén Darío no sólo es uno de las grandes poetas del último siglo y medio, sino un escritor magnífico en cualquier género: sean su crónicas de viajes, su autobiografía, sus cuentos o esa novela inacabada que es Oro de Mallorca. Su relación con Francisca Sánchez es una historia de amor como hay pocas -y un ejemplo maravilloso del efecto Pigmalión, por cierto -, más ahora que acaba de salir un libro sobre ella con carta inéditas de su nieta Rosa Villacastín, La princesa Paca. Y termino con una muestra de cómo también era un hombre con sentido del humor:Darío dedica unas líneas en su Autobiografía a comentar dos noticias sobre su muerte; en una de ellas el gobierno de Nicaragua lo nombra cónsul al pensar que ha muerto; en la segunda cita las palabras de un clérigo panameño que le dedica una cronológica a quien creía difunto: " Gracias a Dios que ya desapareció esta plaga de la literatura española...Con esta muerte no se pierde absolutamente nada..." En poco más de un año celebraremos el primer centenario de su nacimiento, y espero que eso sirva para que muchos lectores puedan disfrutar de un escritor imprescindible.
ResponderEliminarEl centenario de su nacimiento, no; el de su muerte, amigo José María.
EliminarJLGM
Es evidente que me he despistado, porque difícilmente podría haber publicado Azul en 1888 - un hito de nuestra literatura - su hubiese nacido en 1916. De todas formas, hay una cita de Rubén Darío que siempre me ha gustado:" durante su vida - su vida moral - , sus trabajos no lograron la boga y el triunfo que él ambicionaba, y tan luego cae la noche de la locura, sus amigos lo pintan a su antojo en ensayos y estudios y sus mismos discípulos le desfiguran en recuerdos y biografías. Una vez más podrá decirse que cuando el maestro muere, siempre la biografía es escrita por Judas".
ResponderEliminarEstá hablando de Nietzche, pero podría extrapolarse a otros casos, la verdad.
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