Juan Bonilla
Catálogo de libros excesivos, raros o peligrosos
Universidad de
Sevilla, 2012
Prohibido entrar sin pantalones
Seix Barral.
Barcelona, 2013
Malos tiempos estos para el periodismo cultural, como para tantas otras cosas. Juan Bonilla destacó muy pronto como “el más impertinente y el más inteligente” de los críticos de su generación (así se decía en la solapa de su primera recopilación, Veinticinco años de éxitos). Pronto daría el salto de los diarios de provincia (todavía se recuerdan sus colaboraciones en el suplemento “Citas”, del Diario de Jerez) y las minoritarias revistas literarias a los diarios de difusión nacional. Poeta, narrador, precoz cultivador de lo que no tardaría en conocerse como autoficción, maestro del ingenio, estaba como nadie dotado para jugar en corto, para ser solo autor, al igual que Camba o Monterroso, de “esos libros que, más que la deliberación del autor, compilan el azar o el tiempo, libros compuestos de fragmentos sin mucho orden ni concierto aparentes, que pueden abrirse por cualquier página y que en cualquier página ofrecen algo agradable o de provecho, libros sin género porque participan de todos los géneros, o de casi todos”, como escribe Javier Cercas en La verdad de Agamenón, ejemplar muestra de tal clase de misceláneas. Pero se trata de libros, que aunque resisten bien el paso del tiempo, no gustan a los editores y no permiten la profesionalización. Y por eso Juan Bonilla dio, en cuanto pudo, el paso a la novela, a pesar de la cita de Monterroso que había colocado al frente de su primera obra: “Un libro es una conversación. La conversación es un arte, un arte educado, y las conversaciones bien educadas evitan los monólogos muy largos, y por eso las novelas vienen a ser abusos del trato con los demás”.
Nadie conoce a nadie, la primera novela
de Bonilla, tuvo un cierto éxito y fue llevada al cine, pero bastantes lectores
pensamos que le sobraba todo lo que tenía de novela, que lo que valía de ella
eran sus abundantes digresiones, los poemas en prosa, las greguerías y los
aforismos, todo lo que le sobraba al convencional lector de novelas.
La crisis
del periodismo cultural (los colaboradores literarios son los primeros que
desaparecen, a no ser que se decidan a colaborar gratis, cuando un diario tiene
problemas económicos) ha llevado a Juan Bonilla, obsesivo bibliófilo desde la
adolescencia, a convertirse en librero de viejo, desprendiéndose de parte de su
biblioteca. Los textos que redactaba para acompañar a cada volumen que ponía a
la venta se reúnen en el volumen Catálogo
de libros raros, excesivos o peligrosos, uno de esos fascinantes volúmenes
que no se venden porque los editores han decidido que no se venden, no porque
cuenten con menos lectores interesados que la mayoría de las novelas.
No entiendo
mucho de bibliofilia, pero sorprende de este catálogo el escaso interés de
buena parte de los libros que se ofrecen (una historia del Barcelona, la
primera edición del diccionario de María Moliner o de una novelita pornográfica,
investigaciones eruditas sobre la
Biblia ), en contraste con las páginas siempre inteligentes y
bien documentadas que Juan Bonilla les dedica. Da la impresión de que aprovecha
para ofrecernos en ella los reportajes culturales que los periódicos han dejado
de solicitarle.
Uno de los
capítulos de este volumen, el dedicado a la traducción al ruso del Gilgamesh realizada por el poeta
acmeísta Nikolai Gumiliov, reaparece en la novela Prohibido entrar sin pantalones (la reutilización del material es
un procedimiento muy característico de Juan Bonilla).
Prohibido entrar sin pantalones (el
título, no muy afortunado, procede de un cartel encontrado en la ciudad de
México) recrea, de muy brillante manera, la vida del poeta Vladimir Maiakovski.
Una vida trágica que da para muchas novelas, desde los enfrentamientos
literarios y políticos de los tiempos anteriores a 1917, cuando los futuristas
–encabezados por Maiakovski– se enfrentaban a simbolistas y acmeístas, hasta
los años duros del estalinismo cuando el poeta –reconvertido en cantor del
régimen– se va enredando poco a poco en
los hilos de la burocracia y el desencanto hasta el suicidio final.
Un libro
muy literario este Prohibido entrar sin
pantalones que no sé si gustará demasiado a los lectores de novelas. Hay un
equívoco en lo que a este género se refiere. La rutina editorial piensa que es
el preferido por los lectores. Pero eso solo es verdad para cierto tipo de
novelas, las novelas de género, las que buscan entretener y evadir de los
problemas cotidianos, las que cuentan una historia, o varias historias, con su
principio, nudo y desenlace, las que permiten identificarse con los personajes,
llorar o luchar con ellos contra las corruptelas del capitalismo.
Una obra
como Prohibido entrar sin pantalones podría
publicarse en una colección de biografías, y si se vendería menos es solo
porque el editor dedicaría entonces un esfuerzo considerablemente menor a su
promoción comercial.
Juan
Bonilla piensa que ciertas características de su personalidad literaria, como
su versatilidad y su ingenio, le han perjudicado en lo que a la consideración
crítica se refiere. A propósito de Gómez de la Serna (pero pensando en sí mismo) escribe en el Catálogo que se imputa “a quienes se
rebajan a ser ingeniosos el pecado de no saber ser otra cosa, de ocultar su
falta de profundidad en beneficio de la mera brillantez momentánea y servirse
de esas facilidades que quién sabe dónde habrán adquirido para quedarse en la
superficie o incluso incurrir en la banalidad”.
Juan
Bonilla, en muchas de sus páginas, se esfuerza quizá demasiado en demostrar que
es algo más que un escritor ingenioso, interesado por todo, ocurrente e
impertinente. Como si eso fuera poco.
Muy buena entrada, el libro parece interesante y nos haces un recorrido estupendo por su obra.
ResponderEliminarSolo apuntar que novela hay de muchos tipos y no solo de género y aún así pienso que es la favorita de los lectores (pudiendo encontrar a día de hoy en España muchos más fanáticos de Vila-Matas y Pynchon -que no considero que "cuenten una historia"- que, por poner un ejemplo, del mismo Maiakovski). Probablemente la novela sea el género en el que más se haya experimentado en la historia de la literatura (Finnegans Wake es una novela) y no creo que tenga nada de lo que avergonzarse. Espero que Bonilla la practique porque le interesa, no por vender más.
Un saludo, Mike.
Aristófanes hace una biografía de Eurípides, en "Las ranas", y la hace en forma de comedia: porque su manera de estar en el mundo era cómica -y para ganar más dinero, seguramente también-. Pero sería absurdo pedirle que hubiera hecho una "Vida de Eurípides" en lugar de una comedia: hizo lo que quiso, utilizó la vida de Eurípides para cargar contra los poetas trágicos. Eso mismo puede aplicarse a "Prohibido entrar sin pantalones". Dice el reseñista que si el libro se hubiera publicado en una colección de biografías vendería menos: por supuesto, pero no por ser una biografía, sino por lo contrario, porque el lector de biografías se hubiera sentido estafado y los reseñistas le hubieran dado para el pelo. Una biografía de Maiakovski en la que no se da una sola fecha, en la que no se habla de su infancia, en la que los poemas forman parte del caudal de la prosa ¿qué tipo de biografía es? Pues una novela, claro. El tema de "Prohibido entrar sin pantalones" no es sólo la vida de Maiakovski, sino el viejo asunto -o no tan viejo-: ¿qué hace un artista cuando aquéllos a los que ha ayudado a llegar al poder llegan al poder? ¿Qué hay del anhelo de transformar la vida? ¿Por qué se ahoga ese anhelo en burocracia? ¿Qué puede hacer el arte para que la vida sea arte? ¿Qué puede hacer la vida para que el arte sea vida? ¿Es el artista siempre un adolescente irremediable? Que el autor haya conseguido plasmar esas preguntas en su narración es una cosa que podrá discutirse, pero que el reseñista las pase alegremente por alto y se conforme con decir que los lectores de novela se sentirán desilusionados porque hay demasiada literatura es un sinsetido, o una manera de reconocer que no se ha querido enterar de nada, a no ser que el reseñista piense que los lectores de novela sólo lean las "Sombras de Grey" y no considere novelas obras como "El maestro de Petersburgo" de Coetzee -con Dostoievski de protagonista-. [Un ingenioero de esta corte]
ResponderEliminarVoy por la pagina 190 de esta novela apasionante y no se de donde se saca jlgm que es una biografia. La novela esta en la linea del zatopek o el ravel de jean echenoz. Decir que los lectores de novela buscamos nudo y desenlace es confundir al lector de best seller con el de novela. La novela es un recipiente que permite mucha experimentacion y por lo tanto mucha literatura. Pensar que porque una novela sea muy literaria es menos novela es, como minimo, bastante ingenuo. Medir el alcance del genero por sus productos mas comerciales es como medir la poesia espanola por los sonetos de sabina hoy o los poemitas de rafael de leon ayer.
ResponderEliminarNo vamos a discutir aquí el género novela, faltaría más. Ya sabemos que "la novela es un saco en el que cabe todo" y que novela (CJC dixit) es cualquier libro en prosa en el que figura el término novela debajo del título o en la contraportada.
ResponderEliminarLo único que yo intento decir (sin conseguirlo, por lo que veo) es que la identificación simplista que hacen los editores (y no solo) entre "novela" y "género que más se vende" es una falacia, o una profecía que se autocumple: las novelas que ellos publican se venden más que los libros de cuentos o los ensayos que ellos mismos publican porque se gastan más en su promoción.
Esa es mi tesis: que una novela de Juan Benet no se vende más que un libro de ensayos de Juan Benet, a no ser que el editor ponga más empeño en su promoción (y le dé uno de esos premios que llevan acarreada publicidad gratuita). Y quien dice Juan Benet dice Juan Bonilla.
JLGM
Eso está claro: Lo tienen fácil para decidir qué tiene éxito a base de echarle pasta al asunto (aunque, de todas formas es todo una pesadilla que se muerde la cola, y tanto consumidores como productores tienen parte de culpa).
EliminarUn saludo.
En eso si llevas razon. Junto a prohibido entrar sin pantalones me compre un libro de cuentos de bonilla, tanta gente sola, y va por la quinta edicion. No creo que esta novela venda cinco ediciones. Razon de mas para intuir que no la escribio por razones comerciales. No creo que sea el mismo caso de alguien como manuel vilas que reconoce que ha abandonado los riesgos narrativos y se ha entregado a lo que el llama realismo -y no es mas que barata pornografia- para conquistar al "gran publico"
ResponderEliminar¿Ha dicho eso Vilas, Paula? ¿Te has leído la novela? Yo la he terminado hace poco y, haya dicho lo que haya dicho el autor, me parece muy poco comercial (es más, no creo que Alfaguara esté haciendo muchísimo hincapié en su promoción en comparación a otros de sus libros de estos meses, por algo será). Y tampoco la calificaría como "barata pornografía", creo que lo que hay es mucha reflexión sobre nuestro comportamiento sexual. .. pero está claro que cada uno es libre de ver lo que le quiera ver en una obra.
EliminarNo la pude terminar. Todos tan guapos y tan salidos y un polvo tras otro. En cuanto a vilas dijo; esta novela quiere ampliar mi cuota de lectores, abrir la puerta a un publico mas amplio, con la vista puesta mas en el siglo xix que en el xxi.(www.microrevista.com)
Eliminar¡Pero es que todos, tan guapos ellos, acaban bastante mal en un final cojonudo! Qué feas las palabras, aunque me sigue pareciendo una novela muy poco comercial y de la que no creo vendan una barbaridad. ¡Un saludo!
EliminarUna pregunta al hilo de la por usted mencionada "crisis del periodismo cultural": Hace bastantes semanas, y bien que lo siento, que no veo su columna en el ABC cultural. ¿Le han pedido quizá que colabore gratis?
ResponderEliminarUn saludo, Marple.
Me han pedido que no colabore, como a la mayoría de los columnistas por reducción de páginas.
ResponderEliminarJLGM
Lamento lo que nos dice JLGM. No compro el ABC, pero mi madre, que sí lo compra, me guarda los suplementos, que recojo cuando puedo acercarme a verla. Y he de decir que lo primero que busco (ahora ya, que buscaba) en ellos es su firma. Lo siento de veras.
ResponderEliminarPor eso es que Einstein se dedicó a escribir sólo apuntes de sus descubrimientos, no quizo saber nada de la novela. Entiendo lo que dices, escribir y construir historias tiene su chiste, más si éstas están escritas de manera perfecta, habra comerciales por supuesto. Cuestión de enfoque, de público. ¡Qué le vaya bien al libro! Seguro que sí. Para alfaguara ya vendran otros. Saludos
ResponderEliminar"las novelas de género, las que buscan entretener y evadir de los problemas cotidianos, las que cuentan una historia, o varias historias, con su principio, nudo y desenlace, las que permiten identificarse con los personajes, llorar o luchar con ellos contra las corruptelas del capitalismo."
ResponderEliminarSin duda, una descripción del género a cargo de un gran teórico de la literatura.
Con todo esto no pretendo criticar tu crítica, por que sino no la leería, quizas dar una opinion , rellenar un espacio, crear polemica, la salsa de la vida J…. ya sabes.
ResponderEliminarA lo que tú te refieres: “ Juan Bonilla piensa que ciertas características de su personalidad literaria, como su versatilidad y su ingenio, le han perjudicado en lo que a la consideración crítica se refiere(EN CIERTO MODO LE DAS LA RAZON, AUNQUE QUIZAS MERECIDA por que estas criticando precisamente eso su escesiva busqueda de la genialidad aunque no suene nada bien versatilidad). A propósito de Gómez de la Serna (pero pensando en sí mismo) escribe en el Catálogo que se imputa “a quienes se rebajan a ser ingeniosos el pecado de no saber ser otra cosa, de ocultar su falta de profundidad en beneficio de la mera brillantez momentánea y servirse de esas facilidades que quién sabe dónde habrán adquirido para quedarse en la superficie o incluso incurrir en la banalidad”.
ResponderEliminarJuan Bonilla, en muchas de sus páginas, se esfuerza quizá demasiado en demostrar que es algo más que un escritor ingenioso, interesado por todo, ocurrente e impertinente. Como si eso fuera poco.”
Me gusta mucho este parrafo, a proposito de Juan Bonilla, y aunque yo piense que ser ingenioso no significa alcanzar la profundidad, a veces al contrario. Pero en tus palabras paraces decir que admiras más la obra del autor, que como se a canalizado o vendido el susodicho a lo comercial, o como se hace entender, pero alabas su ingenio que queda claramente demostrado en esa frase que se refiere en el parrafo, que iria o no, dirigida a alguien, no lo se. Pero yo no se si Bonilla o no tiene algun otro tipo de ingresos, o si solo vende su genialidad para llenar algun vacio con la notoriedad, si es su unica fuente de ingresos y esta “obligado” a flotar en la superfialidad de la novela fácilmente vendible a la que le obligan, por mi parte no hay reproche alguno que hacerle, ya ves como esta el mundo, la crisis, los desahucios, el apenas la vuelta al campo de un agricultor autosuficiente, no será quien juzgue a este. De Sabater, ya te comente algo, y me sentí bien al ver que por lo menos leiste lo que opino.
ResponderEliminarQue se use algo ya escrito, bueno, tambien lo dices de Borges, que por otra parte, te he leido admirandolo, cuando procedia. Y aunque disfruto de tus criticas y siempre aprendo, pecas de lo mismo que criticas a Bonilla, de forzarte a criticar algo que al mismo tiempo admiras, quizas ese sea tu trabajo, como flotar en las editoriales en la que flota Bonilla, y ya te digo, que igual que a él no se puede le criticar eso a ti menos que seguro que no ganas tanto por opinar, y eso ya da credibilidad, ademas me gusta leer esos entresijos rebuscados de otros libros o autores que das y de los que se aprende, mas sin que tú pretendas eso, eso fijo, y a veces se aprende solo de la erudita sabiduria, recopilación de una biblioteca inmensa en la que sin duda te apoyas, y que se hace notar.
Tambien se aprende en las criticas del alma humana, de la del critico y de la del criticado, aunque más de la del critico, que es la voz cantante, sobre todo sino te has leido el libro del que se habla.
Por otra parte, en otra reseña de T. S. Norio:
Yo pienso que la poesia es una pregunta que se escribe en respuesta a si misma en un folio en blanco, y es la respuesta la que buscó la pregunta, es algo muy parecido al miedo o la incertidumbre de la muerte, por esos muchos poemas nacen del amor o del enamoramiento, que es el unico arma que tenemos ante la muerte, para superarla con nuestros bastagos, y de alguna manera saber que seguiremos hay, aunque todo esto este cifrado geneticamente, y no nos enteremos de nada, no se si se me entiende. Qué haya que preguntarse ¿Qué es la poesia??, si , por que hay que preguntarselo todo, los animales no suelen preguntarse muy a menudo y por eso estamos donde estamos en este planeta como especie dominante, respecto a si los poetas mayas eran ricos o pobres;puffff bueno algo rico hay que ser para no preocuparse unicamente del sustento o de cómo llevar un plato a la mesa, y poder “perder el tiempo” en poesias, o en tu pensamiento, y tambien algo pobre hay que sentirse, como la crisis del eterno poeta, para no disfrutar simplemente de su riqueza y buscar algo. Y que las lenguas indoeuropeas apoyen la poesia desde casi el principio de los tiempos, aunque la arabe, china y americana (Cantos guarinies. Por ejemplo) tambien; claro en esa lengua nacio el pensamiento, Basta con leer las traducciones Socraticas o Platonicas, para ver que es un lenguaje poetico en prosa, por que la poesia es tan lenta que te da tiempo a pensar, quizas sea el misterio de la música aun por desvelar ; pero tambien por que quizas ya no eran tan pobres y al mismo tiempo tan ricos como quisieran ser entonces; puede ser ,que de igual quien escriba el poema o en que momento del tiempo, o cultura que lo escriba,(que mas da la bibliografia en poesia?) por que quizas sea eso mismo, una lucha en contra de la cultura o del tiempo que sale de dentro, para desprenderse de lo aprendido y poder comprenderse a si mismo, dentro de un entorno real, un entorno que sus propios ojos miran y noel enseñado, y que ademas no ha cambiado en 5000 años,;ni el alma humana de donde sale el poema ni la naturaleza que la envuelve, quizas por eso la poesia china y
ResponderEliminarlos haikus o como se diga, recurran a la naturaleza tanto, al chorreo del rio, al crecer de la hierva, al venir del viento comparandolo todo al alma humana, a la que se pregunta. Por eso no entiendo tu miedo a la Wikipedia, al saqueo a otros libros, si lo que se pretende es dar repuestas. Hombre¡, si lo entiendo si solo es una busqueda de llenar paginas y mas paginas y luego cobrar por ello unos ingresos, pero hasta cierto punto, es como lo que dices de Borges, ¿has visto algun bebe escribiendo algun libro?, todos los libros que se leen son como negros que se clavan en tus dedos y en las teclas de un teclado, Borges pudo servirse de algun libro, cita o de cualquier cosa, pero basta con ver una entrevista suya con 80 años, y darse cuenta de que con cada una de sus palabras, puede estar diciendo algo que ya se ha dicho, por que dicho esta casi todo, pero haber quien es capaz de plagiar una entrevista de Borges. Un asiento que siempre estara vacio, el que ocupo él. Por cierto, vaya bueno lo de CRITICA POR CRITICAR, no tiene desperdicio.¿se me olvidaba, para ti un critico es un amigo o un enemigo de las editoriales?. Esta claro que amigo del lector, o amigo de si mismo como lector .¿y por que dices que no dices frases memorables? a veces salen en el comercio, donde los periodicos salen.
ResponderEliminarJ.R.F.
Y es que a veces la critica
Es tan fria y tan vanal
Como una transaccion comercial,
Como decirle al pájaro que vuela
Saliendo del alma a duras penas
Que es una deformidad,
Como un pollito que rompe
La cáscara del huevo
Y quiere no romperla jamás.
Despues del primer libro
Quizas ya no haya más cáscaras,
Despues de salir ese aire y volverse limpio
Ya no haya nada mas que decir.en años
Despues del segundo, el aire se vuelva negro
Y todo se vuelva muñeca ajena.
Por que todos lo pajaros rompieron el huevo
Desde el mismo dia en quue nacio el comercio
Para no volver a ser feto,
Pero hay aguilas reales como Borjes
Picos duros de largo vuelo
Y de pico duro,
Pero claro, antes no importaba tanto el dinero
Los trazos eran puros y casi espasmódicos
Y uno debia quererse más a si mismo
Que a su mercedes,
Y eso hace que el trazo sea lento
Las palabras forzadas
Y Los vientos vengan de sotavento.
Y a veces al mear nos meemos.
Y la critica se vuelva un calido abrazo de amigo
Una direccion dicha
Una flecha al corazon del comercio capitalista.
hay que decirlo tod poco a poco, corta pega , corta pega
ResponderEliminarJRF
Gracias por ese extenso comentario por entregas.
ResponderEliminarJLGM
de nada, un placer
ResponderEliminaragradecido yo, por las tuyas
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