miércoles, 5 de mayo de 2010
José-Carlos Mainer: La novela de la literatura
En los mejores casos, los estudios sobre literatura son también literatura. Lo fueron en Menéndez Pelayo, con su noble retórica decimonónica, en Dámaso Alonso, siempre proclive a la interjección admirativa; lo son, en José-Carlos Mainer, que llega a la literatura desde la sociología y la historia cultural, pero que nunca se olvida de que está haciendo, antes que nada, literatura.
En 1975, en torno a sus treinta años, publicó un libro pionero, La Edad de Plata, que dio nombre a unas décadas prodigiosas, las primeras del siglo XX, y que ahora reaparece, metamorfoseado y enriquecido, como volumen 6 de una nueva Historia de la literatura española (Crítica).
Sobre el tema se ha escrito mucho, quizá demasiado. ¿Otra vez el modernismo, el 98, el 27, la oposición entre poesía pura y compromiso? Todo suena, para el lector que ha dejado atrás las aulas, a manido tema académico, a trasnochada asignatura. Qué poco tienen que ver estas páginas, sin embargo, con los bizantinismos terminológicos, con la seca acumulación de datos. Mainer escribe con la pasión que da el conocimiento y por eso su libro es bastante más que un manual de consulta: por cualquier página que lo abramos no podemos dejar de seguir leyendo.
Con gusto le perdonamos algún exceso (como despachar a cierto escritor con esta escueta frase: “un cabeza hueca que acabó siendo pistolero fascista”), leves despistes (la noticia que hay detrás de las “Nanas de la cebolla” no es que el hijo de Miguel Hernández come “aquel bulbo a falta de cosa mejor”), la confusión con que se refiere a las relaciones entre Gregorio y María Martínez Sierra (hoy no tenemos duda de que la segunda es la autora de las obras que firmó el primero y no solo de las posteriores a 1931, como se afirma).
Qué inagotable aventura intelectual aquella de la que deja constancia este volumen, que se ocupa de las ideas que entonces enfrentaron a los escritores –muchas los siguen hoy enfrentando-- y también de cuestiones más prosaicas (“El negocio de las letras” se subtitula uno de los capítulos). Aquí está los grandes nombres y también docenas y docenas de figuras y figurones menores. Con prodigioso don de síntesis, Mainer no condesciende nunca con el tópico, acierta siempre a ofrecernos una idea novedosa, una sugerencia fértil.
De la historia de la literatura española forman parte algunos historiadores de la literatura española. Es el caso de José-Carlos Mainer, que lo sabe todo de una época prodigiosa y que sabe contarlo con apasionada claridad y contagiosa lucidez.
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Una mínima precisión: a lo que parece, el nombre de "Edad de Plata" no es invención de Mainer, sino de Giménez Caballero, de quien aquél lo habría tomado, aunque parece que sin decirlo. En nada disminuye eso, de ser cierto -yo sólo se lo he oído decir a un sabio profesor, no lo he visto con los propios ojos-, los muchos méritos de Mainer; pero no está de más señalarlo. Al César...
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