jueves, 15 de septiembre de 2011

Iñaki Uriarte: Ejercicios de inteligencia

Iñaki Uriarte
Diarios
(Segundo volumen: 2004-2007)
Pepitas de calabaza. Logroño, 2011


Se ha dicho que el diario, un género tan de moda en los últimos años, es la huella dactilar del escritor. Por eso no hay dos diarios iguales. La huella que Iñaki Uriarte deja en el suyo es una de las más insólitas: la de un hombre feliz.
            La literatura no la han escrito los hombres felices. La felicidad no tiene historia. Quizá por eso, Iñaki Uriarte, bilbaino que nació en Nueva York el año 1946, no comenzó a escribir (si se exceptúan algunas esporádicas reseñas) hasta bien pasados los cincuenta y a publicar cuando ya era un sexagenario.
            A escribir lo mínimo: menos de cincuenta páginas al año, con lo que necesita cuatro o cinco para formar un volumen de pequeña extensión. Pero como es un hombre afortunado esas pocas páginas tardías, y aparecidas en una editorial de casi nula distribución, le han bastado para convertirse en un autor de culto.
            Presume Iñaki Uriarti de no haber trabajado en la vida. Ahora puede presumir también de haber conseguido la mayor atención posible con la menor cantidad de esfuerzo posible. Para una y otra cosa hace falta, además de alguna suerte, mucho talento. Y algo quizá más raro todavía: sentido común.
            A Iñaki Uriarte le basta con la atinada mezcla de unos pocos ingredientes para conseguir una obra que leemos de un tirón y no nos cansamos de releer.
            Descree de las abstracciones, de las generalidades: “Me he interesado más por los individuos que por las grandes construcciones y la Historia. Me ha resultado más atractivo y menos arduo. Sé mucho más de Montaigne que de Felipe II, estrictamente coetáneos”.
            Montaigne es una presencia constante en estas páginas, es el gran maestro, el iniciador de una literatura en la que el yo avanza hacia el centro del escenario. Junto a él, otros nombres menos conocidos, como Girolamo Cardano: “Compuso un libro muy íntimo, mucho más lleno de detalles particulares que de grandes pensamientos moralizantes y dejó una de las primeras imágenes en letra impresa de un individuo: el autorretrato emotivo y vivísimo de un tipo estrafalario, inteligente, difícil de tratar”.
            Nada difícil de tratar parece el personaje que se autorretrata en estas páginas. No condesciende nunca con la queja ni con la autocompasión. “Dos días de insomnio”, escribe. Y cuando esperamos las quejumbrosas lamentaciones habituales: “Ya pasará”. Y a continuación: “Schopenhauer decía que una muestra de que vivir no vale la pena es que solemos ir a dormir de buena gana y nos despertamos de mala gana. Eso a mí no me pasa. Desde hace años, yo me levanto muy a menudo de buena gana, o por lo menos de un modo neutral. Pero, claro, porque me levanto cuando quiero. Este es uno de los grandes privilegios de mi vida en el que debería pensar más. Qué cantidad de mal humor me he ahorrado a lo largo de los años”.
            En estos diarios, además de atinadas, contundentes y sorprendentes opiniones sobre esto y aquello, hay apuntes para una historia familiar y una crónica generacional. Todo en pequeñas dosis, sin una palabra de más. Iñaki Uriarte conoce bien el consejo de Voltaire: “El secreto de aburrir es contarlo todo”. Él solo cuenta lo mínimo necesario para sugerirlo todo.
            Su generación pasó, en buena parte, del marxismo y de coquetear con el activismo armado a la más furibunda extrema derecha. Iñaki Uriarte, a pesar de sus antecedentes familiares, nunca fue nacionalista y por eso tampoco es antinacionalista (para ser antinacionalista hace falta militar en algún nacionalismo).
            A veces, para descalificar a un personaje, le basta con citarlo. En un periódico asturiano (Iñaki Uriarte visita con frecuencia Asturias) lee unas palabras que podrían figurar en lugar destacado en cualquier antología de la barbarie universal. Las copia sin necesidad de añadir ningún comentario: “Una Constitución que ha abolido la pena de muerte y que no tiene posibilidad de fusilar a Ibarretxe es muy difícil que se mantenga. Lo de Ibarretxe es alta traición, lo de Maragall es alta traición; toda la Historia, desde Pericles, nos muestra que hubiera sido un juicio sumarísimo”. Esas palabras las pronunció un filósofo, Gustavo Bueno. Y, ciertamente, no hace falta añadir más.
            Y junto a Bueno, otro gran patriota, Jiménez Losantos. Mucha tinta movió un asunto que Uriarte reduce a dos líneas: “Se ha admitido a trámite en las Cortes un nuevo Estatuto para Cataluña, aprobado por el 85% del Parlamento catalán”. Y a continuación lo que escribe Jiménez Losantos: “Día de difuntos de 2005. España ha muerto. ¿Quiénes han sido los responsables? Zapatero y Polanco”.
            Esas mínimas pinceladas de energumenismo, esas selectas muestras de la barbarie nacional, acentúan la rareza de este continuo ejercicio de inteligencia y sentido común. No es necesario, sin embargo, estar de acuerdo con todas sus opiniones, para admirarlo y disfrutar con su lectura. Podemos no coincidir con lo que piensa de algún asunto concreto, pero nunca nos sentiremos agredidos.
            “¿Por qué la felicidad tiene tan mala prensa?”, se pregunta. Sus diarios son un inventario de pequeñas y grandes felicidades. La mayor, casi una experiencia mística, la encuentra en un lugar tan poco exótico como Benidorm: “Me levanto, entro en el agua, me zambullo, doy justo cincuenta brazadas y, a unos cien metros de la orilla, mirando hacia la isla y el horizonte, encuentro lo que algunos tal vez encuentran con las drogas, el yoga oriental o el canto gregoriano. El grado cero de la existencia. Nunca he conseguido nada semejante en otra playa ni en ninguna piscina. Se ve que hace falta practicar y repetir lo mismo a menudo y en el mismo sitio. Regreso a la orilla entontecido y avanzo con pasos torpes hacia mi sofá, como un astronauta en la luna”.
             El arte de saber vivir podían titularse estas páginas, en las que para mayor sensación de doméstica felicidad nos encontramos a cada paso con Borges, no con Jorge Luis Borges, que a veces también, sino con el gato del escritor. 

37 comentarios:

  1. Eso de que "la felicidad tiene muy mala prensa" juraría que lo he leído muchas veces en otro sitio ¿dónde habrá podido ser?
    Por lo demás comprenderá la poca gracia que nos hace, a las personas que tenemos que dejarnos la piel para conseguir cualquier triste trabajo en una sociedad permanente amenazada por la "paruna", los alardes y ocurrencias del señorito.
    Y a Montaigne ¿por qué le saldrán estos discípulos? nieves

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  2. Si fuera verdad que, como dices o aseguras, "para ser antinacionalista hace falta militar en algún nacionalismo", para ser ateo habría que creer en algun dios y para militar contra la tontería (no hago alusión ninguna) habría que ser un completo imbecil.
    Abelardo Linares

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  3. Amigo Abelardo, yo distingo (no sé si tú) entre ser antinacionalista y no ser nacionalista. Yo no me considero nacionalista, pero no tengo nada contra los nacionalistas franceces, norteamericanos, peruanos, catalanes, portugueses, escoceses o españoles. Siempre que no se pasen, claro, y no arremetan contra aquellos a los que no se nos llenan los ojos de lágrima al ver una bandera de USA, Perú, de España, etc. Si encuentras (en España) algún antinacionalista (de los nacionalismos periféricos, por supuesto) que no sea españolista, pues me lo indicas. Me gustaría conocerlo. Para ser antiteo (no ateo) probablemente hay que creer en otro dios, en el que creyente piensa que es el verdadero. Nadie más enemigo de los creyentes en cualquier dios que los creyentes en cualquier otro dios.
    Y para militar contra la tontería probablemente hay que haber cometido alguna que otra tontería; el enemigo peor, siempre lo tenemos en casa.

    JLGM

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  4. Respuesta a Nieves: El mundo es así de injusto. Al nacer, reparten cartas. A uno le tocan mejores cartas y a otro peores. De uno depende sacar el mejor partido a las cartas que nos han tocado en suerte. El autor de los diarios que comento ha jugado bien las suyas. Yo le admiro. Y le leo con gusto y provecho. Comprendo que otros prefieran otras lecturas (las estadísticas sobre el hambre en el mundo, por ejemplo), pero no comprendo el odio y el resentimiento contra aquellos que han tenido mejor suerte (sin quitarle nada a nadie).

    JLGM

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  5. Señor JLGM: gracias por contestar, aunque sea así de un manotazo. Hace bien, así se espantan las moscas.
    Su darwiniana declaración de principios "El mundo es así de injusto" explica que no podamos cruzar unas palabras con afán de entendernos. Lo mismo me pasaría si lo intentase con un Losantos.
    Pero, ya puestos, intentaría hacer un par de aclaraciones:
    1.No siento odio ni resentimiento por aquellos a los que les han tocado mejores cartas. Ni siento que mis cartas sean malas, siguiendo con la comparación simple de la vida como una partida. Hay una distancia muy grande entre poder vivir sin trabajar y alardear de lo bien que uno puede vivir por no haber tenido que dar nunca un palo al agua. Intentaré explicárselo con el pan: a mí puede sobrarme y tirarlo; suerte que tengo. Ahora, ¿retratarme haciéndolo? Si me he olvidado de algo tan elemental como es lo que significa el pan para la humanidad ¿qué voy a buscar en Montaigne?
    2.Cada uno lee con gusto lo que quiere; es un argumento inapelable. Que me suponga leyendo cosas como las estadísticas del hambre en el mundo por el hecho de que me repeluznen las filigranas,banalidades,ocurrencias,imposturas y amoralidad de un determinado libro(escrito en buena prosa,sí, a la manera de la de Trapiello)es una hipérbole tan falsa como malintencionada y gratuita.
    3. La idea de la felicidad que manejan ustedes no me incumbe; como tampoco la que se maneja en los libros de autoayuda ( desde luego que no pretendo equipararlas)
    4.Por lo demás sigo preguntándome dónde habré leído tantas veces lo de que la felicidad tiene mala prensa. (A ver si se asoma por aquí otro crítico o/y profesor que pueda ayudarme) Lo que sí recuerdo es que empezaba así para llevarnos por caminos muy, muy distintos.
    nieves.

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  6. Solo una precisión: "El mundo es injusto" es una constatación, no una justificación de nada. El mundo de los hombres y el mundo de la naturaleza: unos nacen con más salud que otros, con más inteligencia que otros, en un hogar más o menos culto. No quiere eso decir que no haya que hacer todo lo posible por reparar esas injusticias (cuando sean reparables: ¿por qué a ver cómo se repara que yo no haya nacido tan inteligente como Einstein?).
    Y una precisión: Si uno puede vivir sin trabajar, ¿por qué ocultarlo? ¿Por qué avergonzarse de ello si no ha tenido que delinguir para conseguirlo? El que vive sin trabajar no le quita el trabajo a nadie y distribuye el dinero que ha heredado. Si además, se dedica a leer, a viajar, a pensar, a escribir el resultado de sus meditaciones no me parece a mí que tenga que avergonzarse de nada. Con su ocio nos enriquece a todos (el mundo sería peor si no hubiera habida gente, comenzando por Montaigne, que no hubiera posido vivir sin trabajar). Yo he aprendido mucho,y disfrutado, leyendo el libro que reseño. Y volveré sobre sus páginas muchas veces. No veo en él amoralidad por ninguna parte. Claro que a lo mejor a lo que algunos llaman "moralidad" es solo hipócrita moralina. O simplemente que mi comentarista ha tomado la precaución de no leerlo para no tener que retractarse de sus prejuicios.
    En fin, que habría mucho que hablar... Y lo de haber leído muchas veces que la felicidad tiene mala prensa, pues no me extraña. También se ha dicho muchas veces que en Asturias llueve mucho y no por eso vamos a dejar de repetirlo.

    JLGM

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  7. Copio aquí el enlace de una entrevista a Iñaki Uriarte que he encontrado en internet; se refiere al primer volumen de los diarios (es ya de hace algún tiempo):

    http://www.blogseitb.com/pompasdepapel/2010/06/21/la-portentosa-vida-interior-de-inaki-uriarte/

    Y, para no perder las buenas costumbres, señalo que en el título de la reseña se lee "204-2007", en lugar del correcto "2004".

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  8. Admirado JLGM, en primer lugar, eres tú el que ha hablado de antinacionalistas, yo sólo he hecho un comentario. Lo que no cuentas es que, en general, para cualquier nacionalista un "no nacionalista" es en realidad un antinacionalista, pues ya se sabe que "quien no está conmigo está contra mí". Tú, como buen lector de Gara, tienes que haberlo comprobado mas de una vez, aunque no deje de ser curioso que utilices la terminología de los nacionalistas sin tú serlo.
    A mí nunca se me han llenado los ojos de lágrimas ante ninguna bandera ni he quemado ninguna bandera, ni he enarbolado nunca ninguna bandera, por eso me sorprende un tanto que pongas un ejemplo con banderas. Yo no lo pondría, por falta de imaginación o de costumbre.Como no diría (o insinuaría) tampoco que cualquiera que no simpatice con los nacionalismos "periféricos" en las regiones periféricas es en realidad un españolista, es decir, un enemigo (cosa en la que coincidirán contigo buena parte de los más vehementes nacionalistas "periféricos").
    Mi ideal, te lo confieso es un efectivo gobierno europeo en él proximo futuro y más allá un gobierno mundial. El mundo se está haciendo demasiado pequeño para cientos de países y de lenguas.
    Abelardo Linares

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  9. Pues a mí, amigo Abelardo, nada me aterraría más que un solo país y un solo gobierno en el mundo y una sola lengua. (Otra cosas es que, los diversos países, lleguen a acuerdos en economía y en otras cuestiones fundamentales y globales).
    Yo no soy nacionalista (pero soy español, y no estoy orgulloso de serlo, pero me siento a gusto siéndolo) ni practicante de ninguna religión, pero no creo que ser patriota de la patria que sea (Estados Unidos, Bolivia, Japón), ser católico, anglicano, judío o budista, resulte negativo. Estoy, por supuesto, contra los excesos del patriotismo o de la religión, pero no contra uno ni contra otra. Los de Gara (no su interesada caricatura), por lo que yo sé, distinguien bien, como cualquier persona, entre quienes no están con ellos y quienes están contra ellos (no es lo mismo el vecino que no te saluda en la escalera que el que te escupe cuando te encuentras con él). En esta democrática España nuestra todavía hace falta algún valor para que, los que pensamos que quienes propugnan la independencia de Euskadi (o de Cataluña) están en su derecho, nos atrevamos a decirlo en voz alta. Y salvo recurrir a la violencia, pueden y deben utilizar todos los medios para lograrlo. También están en su derecho los que no quieren esa independencia de utilizar cualquier medio para impedirlo, salvo la violencia, por supuesto. Y sin retorcer demasiado la ley, si es posible (no como hasta ahora).
    Y el que a ti no importen las banderas no quita para que haya muchas personas que se emocionen al ver la bandera de su país y otras que hayan dado, o estén dispuestas a dar, su vida por ella.

    JLGM

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  10. Y gracias al marinero auténtico (o al apócrifo) por seguir ayudando a que estas notas sean menos imperfectas.

    JLGM

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  11. Señor JLGM:
    Le concedo la razón. No quisiera triunfar en una discusión con usted.
    No he leído este libro. Opino por el volumen que salió el año pasado en la misma editorial. Que me hable como a una defensora del arte social,realsocialista o comprometido, que me despache con lo de la moralina demuestran que usted no quiere o no puede hilar más fino.
    Usted reseña y disfruta lo que quiere en su blog. Para eso lo tiene.
    Que a mí me sorprenda que un crítico y profesor se deje deslumbrar por los chispazos de este hombre (¡ejercicios de inteligencia!) no va a ser un problema para mí.
    También es una carta en la vida saber distinguir las voces de los ecos; conservar el paladar. La gaseosa no es champán aunque también tenga burbujas.
    Insisto. Lo de la felicidad tiene mala prensa no es lugar común.Aparentemente tiene tan buena prensa que en las librerías ha nacido una sección en exclusiva para ella. Usted lo despacha con lo de la lluvia de Asturias.Así se luce un crítico. nieves

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  12. Pues muy bien, Nieves, cada uno muestra sus razones y que el lector escoja.

    JLGM

    Solo una precisión: la felicidad tiene mala prensa en los medios "intelectuales" o literarios (que desprecian los libros de autoayuda). A eso me refería. La gente feliz protagoniza menos novelas que la gente desdichada (y menos poemas). A eso me refería. Preciso solo, no sigo la polémica.

    JLGM

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  13. José Luis, debemos de vivir en Españas distintas pues yo no percibo que haga falta ningún valor ni valentía extra alguna para defender posturas independentistas o para apoyar a los que las defienden. Buena parte de los nacionalistas vascos y catalanes (e incluso gallegos, canarios, valencianos, andaluces y asturianos, aunque sean menos numerosos y vocingleros que vascos y catalanes) son independentistas y lo son no sólo en su casa sino también en la calle, en su trabajo y, por supuesto, en el Congreso de los diputados si tienen votos suficientes para ello. El límite está en la violencia, como tú mismo indicas y tienes toda la razón al decir que no es lo mismo el vecino que no te saluda en la escalera que el que te escupe a la cara, aunque en tu comparación (puede que por delicadeza de espíritu) no se recoja el caso (afortunadamente cada vez más raro) del vecino que es capaz de pegarte un tiro en la nuca o de pasar información sobre ti para que te lo pegue otro.
    Tener, practicar o amar una ideología una religión o una patria determinadas no me parece mal, aunque yo no sea de los entusiastas. Pero ser partidario de llegar, si fuera necesario (y suele serlo), a matar por una ideología, religión o patria cualquiera es algo que me resulta poco simpático.
    La verdad es que, como a ti Gara no te parece un extremo (como no te lo parece tampoco el aguerrido Hugo Chaves Frías, caudillo bolivariano, ni el recién nombrado doctor honoris causa, compañero Evo Morales), no sé exactamente qué cosa quieres decir cuando dices estar “contra los excesos del patriotismo”.
    Cuando hablas de literatura se te entiende estupendamente, pero cuando hablas de cualquier otra cosa no hay quien te entienda. Aunque puede que siempre hables de literatura, que todo sea literatura. Y que sea literatura que te quisieras ver, hace unos días, como un político frustrado al que le hubiera gustado vivir en un ideal siglo XVIII y ser todo un marqués de Esquilache o un conde de Aranda.
    Abelardo Linares

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  14. Sí, amigo Abelardo, vivimos en dos Españas distintas. Y voy a decir lo obvio, aunque nadie lo dice: no todos los vascos que han pasado por las cárceles y las comisarías lo han hecho por pegar tiros ni por matar a nadie, sino porque tenían las mismas ideas que los que pegaban tiros. O porque se sospechaban que las tenían. Y todavía hay partidos políticos que no se pueden presentar a las elecciones(y otros a los que quieren ilegalizar)¡porque no le piden a Eta que se disuelva! Yo cada vez que leo esa estupidez me froto los ojos. ¿Se puede condenar a alguien por no pedir a los ladrones que no roben? Cada uno es responsable de sus actos, no de los de los demás, aunque simpatice ideológicamente con ellos (coincida en los fines, pero no en los medios). En fin, vivimos en mundos distintos, ciertamente. Pero yo me esfuerzo por ver lo que hay, no dejarme condicionar por la ideología. Me esfuerzo, no digo que siempre lo consiga. Y ningún político es perfecto, y menos que nadie Chavez, pero la información que se da de él en España en medios como El País es tan manifiestamente parcial que resulta imposible no contestarla. Es lo que yo hago. El asunto del rey y el "por qué no te callas" algún día (quizá cuando España sea republicana) se estudiará en las escuelas de periodismo como ejemplo de manipulación.
    Pero de política no me gusta discutir, no sirve de nada. Y procuro no hacerlo. Si vivieras un tiempo en el país vasco, verías las cosas de otra manera (es verdaderamente otro país, como cualquier encuesta manifiesta, y un próspero país, a pesar de todo, de una parte de ellos y de casi todos nosotros). Allí no solo han tenido miedo los españolistas, el terrorismo no solo ha actuado contra ellos (ya no, afortunadamente) y las fuerzas del orden durante años no ha sido contra ellos contra los que han aplicado los malos tratos (y la tortura, constatable judicialmente) y las detenciones indiscriminadas. Por no hablar de la criminalización de los parientes de los presos que se hace fuera de Euskadi (como si a la madre de un ladrón hubiera que tratarla como ladrona). En fin, que de estas cosas todavía no se puede hablar claro. En seguida le dicen a uno que no está bien condenar la violencia venga de donde venga, que eso es equidistancia... Qué España esta donde decir que las víctimas, en el País Vasco, no son solo las víctimas de Eta todavía resulta provocativo y casi peligroso.

    JLGM

    Y en cuando a lo de ser un político de la época del despotismo ilustrado era mi manera de subrayar el punto de demagogia que hay siempre en la política democrática: si quieres que te voten, tienes que decirle a los electores lo que quieren oír. Pero ya se sabe que la democracia no es perfecta, solo es la menos imperfecta de las formas de gobierno posibles.

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  15. A mí, la verdad, no me parece extraño que mucha gente no entienda la explicación que da JLGM de determinadas ideas. Dice que le critican que cierta postura suya "es equidistancia". Lo cierto es que en ningún momento de su última nota dice, o siquiera da a entender, que ETA sea en ningún sentido más culpable que quienes se le oponen. Habla de las molestias, inconvenientes o agresiones que han tenido que sufrir los otros, los "no españolistas". Ni una palabra que dé a entender que las víctimas (mortales sólo; las otras son muchas más, pero es difícil o imposible calcularlas) de ETA son casi 1000, lo que parece del todo incomparable con las víctimas del otro lado; que, durante muchísimos años, ha habido no poca gente que ha tenido que vivir continuamente escoltada (por riesgo real de sufrir un atentado, que a veces han sufrido pese a todo), amenazados ellos y sus familias hasta el punto de tener que irse por decenas de miles del País Vasco..., en fin, tantos modos de agresión y de presión que no detallo por no hacerme interminable y que los "no españolistas", para su fortuna, desconocen.

    Quizá lo suyo no sea, efectivamente, "equidistancia"; pero es difícil negar que, en una nota como la última, su actitud frente a unas y otras víctimas no hace nada para distinguir entre ellas. Y eso para no hablar de que, en cualquier lugar de España fuera del País Vasco gentes que, como yo mismo, jamás han agredido o amenazado a nadie podían encontrarse con un tiro en la nuca o una bomba por parte de esa ETA a la que nada especial parece tener que objetar, nada que la distinga de otros agresores posibles, riesgo que desde luego no me parece que corriesen ni de lejos en igual medida quienes, a la inversa, tuvieran por sus ideas de enemigo no a la ETA, sino a la policía. Yo no tengo ningún interés que que me digan "lo que quiero oír"; pero me parece obvio que, por la nota de JLGM, se deduciría que ambas partes han sufrido (más o menos) por igual, y que hay culpables, y culpas, más o menos equiparables en ambos lados.

    Yo tengo algunos amigos en el País Vasco, que a mí (ni a ninguno de ellos, que yo sepa) no me parece "otro país". Pero, con independencia de las opiniones personales, siempre discutibles (incluso la de JLGM), creo sinceramente que los hechos desmienten con toda claridad su postura, y que si es cierto que todas las víctimas son iguales, ni las posibilidades de ser víctima han sido nunca iguales en uno y otro lado ni, sobre todo, los verdugos tienen nada de comparable. ETA nunca ha tenido más actividad o justificación principal que la "lucha armada"; supongo que, por poca que sea su simpatía por la fuerza policial vasca o las españolas, no pensará que la actividad principal o casi única de ambas sea el maltrato o la tortura.

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  16. Para hablar con cierta objetividad de este asunto primero hay que informarse. Creemos estar informados, y no lo estamos. Eta comenzó en 1968, pues contemos todas las muertes violentas (al margen de la ley, aunque a veces --durante la dictadura-- fueran debidas a agentes de la ley), las debidas al Batallón Vasco Español, la triple A, los Gal, etc. Las falsas muertes en enfrentamiento, en comisaría, etc, etc. Investiguemoslo todo. Y luego hablemos. Pero no se trata de ver quién ha matado más. A mí todos los terrorismos y contraterrotismos me parecen iguales, sea cual sea su justificación ideológica (la independencia de un país o la sacrosanta unidad de otro). Y lo que defendían unos y otros con la violencia me parece igualmente válido (tanto ser independientes como formar parte de España), y por lo tanto defendible por otros medios.
    Pero este es un asunto delicado, cuando se trata de cosas que tienen que ver con la "patria" o con la "religión" es dificil ser razonable: la pasión nos puede. En cualquier caso, yo rechazo totalmente la violencia de Eta (como la mayoría de los vascos, por otra parte) y creo que la justicia debe actuar sobre los criminales, como ha actuado siempre (las cárceles están llenas de etarras y de cómplices). Pero ni un paso más allá: por mucho que se mate en nombre del Islam, o del cristianismo, o del indenpendentismo de este u otro territorio presuntamente oprimido, no se puede condenar al Islam ni al cristianismo ni a los independentistas que solo quieren (¡terrible delito!) defender democráticamente sus ideas y ocupar los puestos de gobierno (alcaldías, diputaciones) que decidan los únicos que tienen poder para ello: los votantes.
    Comprendo que puedo estar equivocado, y nada me gusta más que rectificar. Pero creo estar mejor informado, y no veo en este conflicto una lucha entre buenos y malos (los únicos buenos son las víctimas y los únicos malos los asesinos y los que manipulan la ley para eliminar de la vida pública a sus adversarios políticos).

    JLGM

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  17. Ciertamente, yo no creo que los independentistas sean "malos"; tienen todo el derecho a defender sus ideas, siempre que no lo hagan por medios violentos. Y subrayo esto porque dice JLGM, en su última nota, que, cito, "los unicos malos (son) los asesinos y los que manipulan la ley para eliminar de la vida pública a sus adversarios políticos". NO. Los únicos malos son, además de los asesinos, quienes mediante la amenaza han obligado a vivir durante años en condiciones de terror a gente cuyo único delito era no pensar como ellos (y no pocos de los cuales,como ya dije en mi nota, han tenido que irse del País Vasco), y etcétera, etcétera. El asesinato es sólo la forma más grave de violencia, pero ciertamente no la única, ni la única condenable.

    Más: respecto a la "manipulación de la ley", recuerdo que la exclusión de Herri Batasuna en su momento fue ratificada por el Tribunal de Estrasburgo. Como es natural, pueden equivocarse (y JLGM también, y todos); pero, en todo caso, ya no habría "dos partes", "españolistas y nacionalistas vascos", sino tres: también la Unión Europea, que a través de sus organismos legítimos ha condenado no sólo la actividad terrorista de ETA, sino la política de quienes les apoyan.

    No es verdad, por tanto y por otra parte, que sólo los votantes tienen poder para decidir: a mí me parece del todo legítimo que un tribunal no autorice a un partido que defiende cosas incompatibles con la vida democrática; si es así, no sólo los votantes deciden. Que ése fuera o no el caso de HB, puede naturalmente discutirse; pero, repito, no sólo los "manipuladores de la ley" (a no ser que abarque también bajo esa denominación al tribunal europeo) han intervenido ahí.

    No se puede condenar, evidentemente, al Islam; sí, en cambio, a quienes cometen atrocidades como lo de las Torres Gemelas o lo de los trenes de Atocha. Y, si se crease un partido que apoyase esos métodos y a sus autores, a mí me parecería perfectamente bien que los votantes (algunos tendría, sin duda) no pudieran pronunciarse, porque previamente un tribunal hubiera prohibido que sejemante partido pudiese presentarse a unas elecciones democráticas.

    Luego, repito, la última frase de su comentario simplifica excesivamente la realidad: ni los únicos malos, asesinos aparte, son "los que manipulan la ley", etcétera, ni la prohibición de un partido que apoye la violencia como medio "político" (recuerde, además del ejemplo que he puesto de Al-Qaeda, el "ETA, mátalos") es necesaria y exclusivamente una manipulación. Y eso no lo pienso yo solo; el Tribunal de Estrasburgo, y otros muchos organismos internacionales, lo piensan también. Eso no es condenar el independentismo: es condenar la violencia como medio "político", sea en la persona de quienes directamente la ejercen, sea en la de quienes, sin ejercerla directamente, la defienden, apoyan y proclaman públicamente como medio válido de confrontación "política".

    Hay partidos políticos independentistas que nadie ha pensado en prohibir; HB en cambio lo fue en su momento, y esa decisión la apoyó el organismo de la UE que tiene autoridad para ello. Ergo, según su razonamiento (si lo he entendido bien), la UE también forma parte de "los malos".

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  18. HB fue prohibido, muy bien. Pero no se les privó de sus derechos políticos a los integrantes de batasuna y sin embargo se les ha prohibido una y otra vez crear otro partido político, aunque condene la violencia y cumpla todos los requisitos que se pedían a Batasuna. Ahí está el caso de Sortu, todavía no legalizado (aunque cumple todas las condiciones, de acuerdo con la ley de partidos). O el de Bildu, al que no hubo más remedio que legalizar (¡a ver qué dirían en Europa en caso contrario!) y ahora se buscan todos los pretextos para volver atrás. Nadie de Bildu ha dicho: "Eta, mátalos". Todo lo contrario. Pero da igual. Sospecho que la información de gato flauta está algo desfasada. Algo huele a prodrido en Dinamarca, algo huele a podrido en todo lo que tiene que ver con el país vasco y la buena gente del resto del país. Cierta derecha (permitáseme la disgresión) da la impresión de que no tiene demasiadas ganas de que desaparezca Eta, porque les sirve de pretexto para negarles los derechos a (más o menos) un tercio de los ciudadanos vascos. A más de uno le sorprenderá, pero mi opinión es que, a día de hoy, Bildu y Sortu están más interesados en que desaparezca Eta que, por ejemplo, el partido de Rosa Díez. A unos les perjudica, a otros les beneficia en sus perspectivas electorales.

    JLGM

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  19. Yo, que jamás he votado a la derecha (y me parece improbable que lo haga alguna vez) me alegraría de veras de que ETA desapareciese, y también de que en efecto Bildu y Sortu estuvieran tan siceramente interesados en que así sea. Yo no discuto la legalización o ilegalización de uno y otro, y no me quejaré si ambos son legales. Sólo dije, y repito, que 1) ETA y la policía, sea vasca o sea española, no son equiparables: una es una organización terrorista, reconocida como tal dentro y fuera de España, las otras no, ni su única finalidad conocida es la "lucha armada", esto es, el atentado, y mejor si puede ser con muertos. 2) No sólo los votantes deciden: es no sólo legal, sino legítimo, que un partido que defienda la violencia como medio "político" sea considerado incompatible con la democracia, y por tanto prohibido. Y, por cierto, 3) Que el País Vasco (y no sé si Cataluña, y acaso Galicia) sean "verdaderamente otro país" es una opinión suya, del todo respetable, pero que muchísima gente no comparte. A mí, que tampoco la comparto, no me molesta; sí cuando veo, por parte de no pocos nacionalistas (incluso gente tan estimable como Joan Margarit, en el famoso pregón que dio en las fiestas de la Mercè) que para ellos no es sólo que España y el País Vasco, o en este caso Cataluña, sean distintas, sino que lo son porque España es un país intolerante y retrógrado en el que históricamente pasan cosas como la última guerra civil. Como si Cambó no hubiese financiado, abundante y repetidamente, a Franco, como si "Destino" no se hubiese creado en el Burgos franquista, como si Xavier de Salas -que fue director en su día del Museo del Prado-, el propio Josep Vergés, Ignacio Agustí, Masoliver o Martín de Riquer, entre tantos otros, no hubiesen sido falangistas. O, por citar un ejemplo del nacionalismo vasco, cuando Arzallus dijo aquello de que "para el PV las bombas, para Madrid los cuadros",como si el Guernica no hubiese sido encargado a Picasso por el gobierno de la República sino robado por alguien, o como si Madrid, que resistió al franquismo durante toda la guerra, no hubiese sido la ciudad más bombardeada de España. Porque ésa (la de la presunta diferencia entre España y quienes quieren la independencia) tampoco es una historia de buenos y malos. Y yo no he visto todavía a un político español de primera línea (presidente del gobierno, jefe de la oposición, gente representativa de millones de votantes y con poder real) hablar sistemáticamente mal de Cataluña o el País Vasco, como sí he visto a políticos de primer nivel de uno y otro sitio (y no hablo, naturalmente, de curiosidades más o menos folklóricas tipo Blas Piñar o Anglada, o de comunicadores sectarios estilo Losantos o Salvador Sostres) descalificar repetidamente a España.

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  20. Hay muchas afirmaciones, en el escrito de "gatoflauta" (curiosa manía esta de ocultar el nombre)con las que estoy completamente de acuerdo.
    !/ Eta y la policía no son lo mismo. Pero si un policía tortura --no digo que todos lo hagan, ni siquiera que sea habitual-- se convierte en un delincuente, y si en la policía (o algunos policías) crean un grupo antiterrorista y actúan al margen de la ley para imponer la ley, entonces dejan de distinguirse. Solo entonces.

    2/ Perfectamente de acuerdo en que un partido que defiende la violencia no sea legalizado. Eso nadie lo duda, y yo menos que nadie. Pero es que ni Sortu ni Bildu defienden la violencia (en ese caso no habría que dar tantas vueltas y retorcer la ley para tratar de ilegalizarlos). Se les acusa por supuestas intenciones: ellos dicen que no la defienden, que están en contra de la violencia (lo dicen en los estatutos que presentaron para su legalización y en todas, todas, sus invervenciones públicas), pero algunos no les creen, piensan que sus intenciones son otras, además algunos de sus miembros, hace años, las defendieron, etc. Si eso es aplicar la ley, que venga Dios y lo vea. Esa es la ley de los regímenes totalitarios, de de las democracias populares, no de las democracias. A nadie se le puede juzgar por sus supuestas intenciones, sino por sus actos.
    3/ Que el País Vasco y Cataluña tienen un encaje con España distinto de otras comunidades no lo puede negar nadie. Son distintas desde la constitución (Euskadi tiene un concierto económico peculiar, y particularmente favorable). El problema de si son o no son se arreglaría con algo tan sencillo como preguntárselo. Yo creo que para ser español la primera condición es querer serlo. Pero este es un asunto en el que no vamos a entrar ahora.
    Y yo, en la calle y en todas partes, oido descalificar continuamente a vascos y catalanes. Pero no vamos a entrar en esa cuestión.
    Quedémonos con que estamos de acuerdo en bastantes cosas fundamentales.

    JLGM

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  21. Quedémonos, pues. Es cierto, por otra parte, lo de las descalificaciones callejeras de unos y otros. Pero yo no hablaba de ellas, sino de las de los dirigentes de primer nivel; me parece que no es exactamente lo mismo.

    Y no es demasiado importante, a mi modo de ver, lo de la ocultación del nombre; a la mayor parte de los nombres, y al mío entre ellos, los oculta su propia oscuridad. Que es lo que les ocurrirá a casi todos con el tiempo, y probablemente a todos con el tiempo suficiente.

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  22. José Luis, afirmas tener la impresión de que “cierta derecha” no tiene demasiadas ganas de que desaparezca ETA (yo tengo la impresión de que esa impresión la tienen unos cuantos millones de personas quizás un tanto impresionables, no tú sólo) y luego abundas en lo abundante manifestando exactamente lo mismo, sólo que de un modo más concreto, más apodíctico: que hoy por hoy Bildu y Sortu están más interesados que UPyD en que ETA desaparezca. Y apostillas que esa es tu opinión (no tu impresión, que no lo es mismo ¿o sí lo es?) y que le sorprenderá a más de uno.
    A mí no me sorprenden tus impresiones y opiniones (porque te admiro y hasta te leo), pero me dejan un tanto perplejo viniendo como vienen del “hombre más racionalista del mundo”. Por lo que dices, Bildu y UPyD compartirían una misma postura ante ETA, que sería de carácter puramente electoralista. Bildu quisiera que ETA desapareciese y dejase de atentar porque le resta votos y UPyD querría que ETA continuase existiendo y atentando porque eso se los da (los votos).
    Como me parece improbable y conjetural que tú creas a pies juntillas que UPyD no quiere realmente que desaparezca ETA, me siento más inclinado a creer que lo que de verdad te interesa destacar es el sin duda (para ti) execrable electoralismo de UPyD. Pero el correspondiente electoralismo de BILDU no parece molestarte en absoluto, sino todo lo contrario. Aunque si los dos, BILDU y UPyD mienten, como das a entender, ya que miran la cosa política sólo a través de sus intereses y los réditos electorales, en realidad, ni BILDU quiere que desaparezca ETA ni UPyD que continúe. Pero si los dos disimulasen, el disimulo más rechazable, por menos benéfico, no sería el de UPyD.
    En esta materia, por lo demás, lo relevante no es lo tú digas o pienses, sino lo que digan y piensen BILDU y UPyD. Y si tú dices lo que dices es justamente porque ni BILDU ha confesado jamás que quiere que desaparezca ETA ni UPyD ha afirmado nunca que quiere que no desaparezca. Lo que tu disfrazas como “impresión” y como “opinión” se parece mucho a la paranoia ideológica. Paranoia que a menudo lleva a analizarlo todo según el nada racionalista principio de “¿a quién beneficia tal cosa?” o “¿a quién le interesa tal cosa?” y que tiene como corolario el que los judíos sean los principales responsables del holocausto, que las víctimas de ETA no deseen en lo más hondo su desaparición o que, como pude ver y escuchar en la televisión bolivariana de Chavez, fueran los propios servicios secretos norteamericanos los que dinamitaron, con bombas en los sótanos, las torres gemelas para así echarles la culpa a los islamistas.
    Y digo que el “¿a quién le interesa o beneficia tal cosa?” es un principio nada racionalista (y por lo tanto inútil, es decir, poco o nada racionalista) cuando se aplica a cuestiones extremas como el fundamentalismo o el independentismo; porque los fundamentalistas e independistas suelen ser más sentimentales que racionales y se mueven más por ideales (más o menos putrefactos, pero ideales) que por intereses. A mí, al menos, me parece que los “intereses” particulares o generales pueden ayudarnos a explicar la actuación de un concejal del Gurtel mucho mejor que la del islamista que se suicida estrellando un camión repleto de explosivos contra una mezquita.
    ABELARDO LINARES

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  23. Amigo Abelardo, ¡lo que consigue la pasión política! Incluso que tú escribas por extenso. A este paso hasta acabarás escribiendo un libro de ensayos.
    Pero, en fin, yo soy más vago y por eso seré más breve. Toda tu elucubración me parece un puro sofisma. Bildu quiere que desaparezca Eta, y lo más pronto posible. Es lo que dice, y no hay ninguna razón para dudarlo. Su desaparición les beneficia a ellos (a la izquierda abertzale que ha optado por la legalidad) más que a nadie: dejaría sin excusas a los que no hacen más que ponerles piedras en el camino.
    UPyD también quiere que desaparezca Eta (como toda persona de bien), pero sin que deje la onerosa herencia de un indepentismo no violento y fuertemente arraigado en el país (el único capaz de conseguir lo que más parecen temer: la independencia del país vasco).
    Y no me parece muy razonable argumentar con cosas que alguien dice que ha oído en la televisión chavista; es como si yo argumentara con cosas que alguien dice en la televisión española. ¡Se oye cada cosa!
    Pero lo verdaderamente importante (no vamos a arreglar el mundo) es que parece que has perdido el miedo a escribir en prosa más de siete líneas. ¿Para cuándo un tratado sobre la realidad históricia de España?

    JLGM

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  24. Amigo José Luis: a mí lo que me "apasiona" o, más moderadamente, me divierte no es la política, sino discutir contigo, como bien tú sabes.
    Y como no eres nada "vago", y menos para escribir, si eres "breve", será por otra razón menos confesable.
    Dado que sigues, erre que erre, con lo de que Bildu en realidad quiere que desaparezca ETA, por favor, cuéntame cuándo Bildu le ha pedido a ETA que desaparezca. Pues eso de que Bildu quiere que ETA desaparezca, tiene que decírselo y pedírselo a ETA no a ningún despistado periodista. Yo no tengo noticia de tal cosa, pero tú (por lo parece) seguro que sí. Ponme copia de la noticia (me basta con eso) y ponemos así fin a esta cuestión.
    Aseguras también que la desaparición de ETA beneficia a BILDU y a la vez afirmas no sólo que BILDU quiere la desaparición de ETA sino que así lo dice y que no hay razón para poner sus palabras en duda. Pero me temo que entra dentro de la más pura lógica que si la desaparición de ETA beneficia a BILDU, hay muy buenas razones para poner sus palabras en duda en cuarentena o en remojo, como las pondríamos en cualquier caso similar.
    El que tú no pongas en duda las palabras de BILDU sobre este asunto es exactamente igual que si no quisieras poner en duda la palabra y las palabras de Camps sobre los trajes que le “regalaron” los de Gurtel, lo que vale por toda una confesión.
    En cuanto a comparar, como tú haces, TELESUR, la televisión bolivariana con la televisión “española” es cosa de risa o, al menos, de sonrisa. TELESUR es la televisión oficial de tu admirado Chaves no una cadena más. En España, tan española, tan del estado español, es TV3 o Euskal Telebista como Telecinco o Intereconomia, pero cada una es cada una. Lo que alguien dice en “una” televisión española es responsabilidad de ese alguien y de esa cadena. Lo que alguien dice en Telesur compromete o debiera comprometer al régimen que la sustenta e incluso a todos los chavistas de pro (como tú mismo, lo digo sin ironía. Chaves no te merece, aunque tú, en ocasiones, sí puedas merecer a Chaves). En Cuba da igual leer “Gramma” que “Trabajadores” o que “Juventud rebelde”. En España no es lo mismo leer “Rebelión” que el ABC o “EL PAÍS”. Todo esto es tan básico y tan conocido que da un poco de vergüenza que tú des excusa para que te lo recuerde.
    Hablando tú de la desaparición de ETA y del camino de la paz y la independencia del país vasco, te refieres a los que ponen piedras en el camino (supongo que el camino de la paz y no el ETA, para el que, caminante no hay caminos, se hace camino al andar). Y tienes muchísima razón en alertar contra los que ponen piedras simbólicas en el simbólico camino, pero siempre habrá quien piense que te molestan mucho menos los que han puesto en ese mismo camino balas reales, excesivamente reales. Yo no. Yo pienso que tú distingues a la perfección entre lo real y lo simbólico.
    Por último, mi argumentos anteriores son todos, según tú, una mera “elucubración” y un puro sofisma (la verdad es que no sé para qué me animas a que escriba un libro o un ensayo pensando tal cosa, si no es para hacer el ridículo; ten amigos para esto); como tal postura tuya, al parecer, te exime de contestar a mis objeciones y dar razón de tus sinrazones, me parece muy bien, como me parecería igualmente bien que no intentaras coger, ahora que es septiembre, una uvas de la parra porque están todavía verdes.
    ABELARDO LINARES

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  25. Qué fatiga tratar de convencer a nadie. Mejor dejarle con su verdad, y esperar a que algún día tropiece con alguna piedra de la realidad y se caiga del guindo.
    Voy a decir aquí lo que pienso, y por qué lo pienso, sin entrar en casuísticas. Eta es, desde sus orígenes, una organización que persigue objetivos políticos por medio de acciones violentas; esto es, una organización terrorista. Durante el franquismo, y mucho después, buena parte de la sociedad vasca la miró con simpatía, con mayor o menor simpatía, porque la veía (no digo yo que lo fuera, ojo) como un "ejército de liberación". Pensaba que les ayudaba a conseguir sus objetivos independentista o, al menos, cada vez mayor autonomía. Hoy buena parte de ese sector piensa que no solo no les ayuda, sino que les estorba: por la fuerza, nunca conseguirán la independencia; por medios democráticos, es posible (y cada vez parece que cuentan con mayor apoyo de la sociedad vasca, según demuestra cada elección a la que pueden presentarse).
    Esta no es una opinión mía; es mi análisis de la realidad, independientemente de cuáles sean mis preferencias (que no las tengo: que Euskadi forme o no parte de España me es indiferente, tan indiferente como que formen o no parte Andorra, Portugal y Gibraltar; lo que me importa, y mucho, es que una u otra cosa se realice sin violencia, por decisión de los ciudadanos libremente adoptada y sin coacción).
    No pretendo convencerte, amigo Abelardo. Pero me gusta que quede aquí mi opinión para la posteridad (soy tan iluso que pienso que, dentro de cien años, cuando las cosas se vean con más objetividad, alguien estará interesado en lo que yo pensaba). Yo veo las cosas así. ¿Estoy muy equivocado? El tiempo lo dirá. De momento, Eta hace tiempo que no mata... A ver si, aunque no desaparezca de inmediato, por lo menos no vuelve a las andadas. Y que Bildu, mediante los votos, consiga todo el poder que los ciudadanos vascos quieran concederle (yo, de vivir en Euskadi, no les votaría). Sin interferencias patriótico-judiciales-políticas que a mí me avergüenzan y que algún día nos avergonzarán a todos.

    JLGM

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  26. José Luis, veo que te has bajado del guindo, por cansancio o por lo que sea, pero te has bajado. Tal como planteas las cosas y las cosas que planteas (sin subirte de nuevo a guindos ni meterte en berenjenales) no tengo nada que objetar. Cuando te pones razonable no hay quien discuta contigo.
    ABELARDO LINARES

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  27. Yo también creo, con Abelardo Linares, que JLGM ha modificado, más o menos sutilmente, sus posiciones, y que ahora resultan mucho más aceptables. Con todo, y supongo que por su voluntad de oponerse a lo que juzga la opinión mayoritaria, y quizá poco meditada, me parece que siempre apunta en la misma dirección. Un ejemplo: habla al final de su última nota de las "interferencias patriótico-judiciales-políticas que a mí me avergüenzan y que algún día nos avergonzarán a todos". Yo puedo asegurarle que, de dichas interferencias, yo me siento sólo muy lateralmente responsable. No he salido a la calle a apoyarlas, no me he apuntado al grupo de quienes las promueven para intentarlo también yo. Es decir, todo lo contrario de aquellos a los que él mismo se refería en una nota anterior: ésa "buena parte de la sociedad vasca" que en su momento la miró (a ETA) "con simpatía... porque la veía... como un "ejército de liberación"; y los que no sólo "miraron con simpatía" (y también, muchas veces, para otro lado), sino que apoyaron vociferando (ya recordé el "ETA, mátalos"), amenazando, quemando autobuses o cajeros, etcétera. Éstos, en cambio, ¿no tienen, ni tendrán nunca, nada de que avergonzarse? ¿Sólo los otros? Qué mal repartida está la vergüenza, Señor.

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  28. Demagógico "gato flauta", esos que gritaron "Eta, mátalos", quemaron cajeros, etc, tienen mucho de que avergonzarse, por supuesto, y también pagaron (y me parece muy bien cuando fue como consecuencia de aplicar la ley) las consecuencias de sus actos: detenciones, palizas en comisaria, procesamientos, etc. etc. (siempre que les consiguió detener, por supuesto, lo que a veces no es posible). No tienen nada de que avergonzarse, en cambio, los mucho vascos que se manifestaron y se manifiestan siempre pacificamente (y siempre que es posible legalmente) para pedir determinados derechos, protestar por la aplicación de leyes retroactivas a los presos vascos, etc., etc. Yo me avergüenzo de que el periódico que leo (que presume de prensa de calidad y de centro izquierda), los diputados que me representan, los jueces de mi país, la abogacía del Estado defiendan posturas indefendibles en democracia. Por eso quiero dejar constancia de que, en ese punto, no me representan. Y a mí me avergüenza más lo que hacen los "míos" que lo que hacen los otros. A los asesinos y a sus complices no les pido yo que pidan perdón ni que tengan vergüenza, lo que quiero es que se les aplique la ley. Estoy en contra de que el rechazo que provocan los criminales se utilice para criminalizar ideas y opciones perfectamente respetables (el islam, el pueblo judio o palestino, el indepentismo vasco), aunque a veces se haya matado en su nombre. Yo me esfuerzo por no confundir.

    JLGM

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  29. Amigo Abelardo, para cerrar nuestro intercambio de ideas (es un decir), en este rincón que no verá nadie te dejo una curiosidad. No solo porque apareces fugazmente, sino porque, aunque al principio te aburra, encontrarás dos momentos que te harán gracia (a nuestro admirado AT sin duda le harán menos).

    JLGM

    http://mediateca.uniovi.es/visor2/-/journal_content/56_INSTANCE_iV9s/10910/746899

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  30. Gracias por lo de "demagógico". Se me perdonará que -demagógicamente, por supuesto- no me sienta de acuerdo. Yo sólo digo que si "todos" ("los tuyos", imagino; no creo que los etarras y quienes les jalean estén también incluidos) tendrán que avergonzarse alguna vez de las "interferencias patriótico..., etcétera", también esa "buena parte de la sociedad vasca [que] la miró con simpatía", a ETA, esto es, a "una organización que persigue objetivos políticos por medio de acciones violentas; esto es, una organización terrorista", quizá tenga igualmente algún motivo para avergonzarse de dicha simpatía, y los que apoyaban algo más activamente, de ese apoyo, a quienes son autores de unas cuantas atrocidades. Si eso es ser demagógico, pues aceptamos barco, incluso como animal de compañía; qué se le va a hacer.

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  31. Totalmente de acuerdo. Mucha gente se ha arrepentido de sentir simpatías por Eta, y a veces algo más que simpatía (por los menos sé de un exmiembro de Eta que ahora es asesor de la Faes). Eso no es lo demagógico. Lo demagógico es confundir a los votantes de Bildu y frustrados votantes de Sortu (más o menos un tercio del país vasco, casi nada) con los que queman autobuses y gritan "Eta, mátalos". En fin, que hay que distinguir... Y yo tengo que avergonzarme de muchas cosas, pero no de haber sentido simpatía por asesinos, ni siquiera por los asesinos de Bil Laden

    JLGM

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  32. Pido perdón por haber confundido a unos y otros. Desconozco cómo ha podido ocurrir semejante cosa; y también -mea demagógica culpa-, cuándo ha podido ocurrir. Juro que no era mi intención. En cualquier caso, prometo no volver a caer, al menos conscientemente, en semejante error. Los votantes de Bildu son eso, votantes de Bildu, en lo que no hay delito alguno, ni motivo de reproche; y los votantes de Sortu, si alguna vez pueden serlo, idem. No seré yo quien se lo critique. Los tiros, las bombas y los votos no son ciertamente lo mismo; yo, que alguna vez he practicado los últimos, me he abstenido enérgicamente en cambio de los restantes: ni tiro, ni veneno, ni navaja, como ya dijera Gloria Fuertes. Y me alegraré de veras de que si alguna vez (esperemos y deseemos que no) ETA vuelve a las andadas, dichos votantes, o al menos sus votados, condenen semejante proceder tanto y tan claramente como lo condeno yo; de veras que no pido más. Puede, eso sí, que tampoco pida menos; será, sin duda, mi irresistible vocación por la demagogia.

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  33. No sé a quién debemos atribuir el dudoso mérito de que un libro maravilloso como el de Uriarte haya desembocado en semejante discusión. Bueno, sí lo sé.

    Pollogris

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  34. Señor G. Martín, ni puñetera idea tiene usted de nacionalismos periféricos... Pero, eso sí, es muy gracioso ese tono de polemista, profesoral y profesional,
    poniendo siempre el puntito sobre la i
    y el puntito final..

    jajaja
    Gracias
    kci

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  35. Me alegra que me considere gracioso, ignoto/a kci, aunque ya se sabe que vale más caer en gracia que ser gracioso.

    JLGM

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  36. A Gatoflauta y los demás
    Lo cojonudo es ver cómo siempre sale ETA en cualquier parte: en un blog de un poeta, en una crítica de unos diarios. Da igual, siempre la paranoia nacional recurre a ETA para exorcizar sus demonios. Algunos no tienen ni rematada idea de historia. O si la tienen, cren que la historia empieza con ETA y acabará en la "felicidad" de su desparición. Pero no saben que los vascos, los independentistas vascos al menos, creen que España invadió Euskadi en 1876 después de las guerras carlistas, derogó sus fueros y les obligó a ciertas "cosas" que antes no hacían, o solo hacían voluntariamente como mercenarios, entre ellas defender en Africa los intereses de las minas del Rif, las de Bucraa etc. De la situáción de invasión nació el nacionalismo y de las agresiones posteriores (guerra de 1936 y franquismo incluido) surgió ETA. Si como dice el gato en sus maullidos ETA ha matado a 1.000 españoles, se ha calculado que los españoles han matado a unos 200.000 vascos, desde siglo XIX. Y dejaros de historia y hablar mas de literatura, p.e. de Iñaki Uriarte y sus diarios, que están muy bien.

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  37. Iñaki Uriarte de tanto mirarse el ombligo ha terminado por repetir la misma historia. Esta segunda entrega ya no "seduce" tanto como la primera. Los tópicos, los tics literarios, el ombligismo en fin...todo ha convertido en peor el recuerdo agradable del primero.

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