jueves, 14 de marzo de 2013

Criticar por criticar



Los buenos críticos son más escasos que los buenos poetas o los buenos novelistas, y los malos más abundantes.
*
Nadie verdaderamente inteligente se dedica a la crítica.
*
Las historias de la literatura están llenas de libros injustamente recordados.
*
Sin capacidad de entusiasmo no hay buen crítico; sin un punto de sadismo, tampoco.
*
Destrozar de vez en cuando un libro mantiene en forma al crítico.
*
Los libros aburridos suelen provocar las críticas más divertidas.
*
A veces una reseña resiste mejor el paso del tiempo que el libro reseñado.
*
En la crítica, como en cualquier arte, la mejor musa es el encargo.
*
Un fracasado es el quien sigue escribiendo reseñas después de cumplir cuarenta años.
*
Las reseñas no forman parte de la crítica sino de las relaciones públicas.
*
Los buenos libros no necesitan manual de instrucciones; los malos, tampoco, salvo que quiera pasar por buenos.
*
La peor prosa suele darse en las reseñas de poesía; el peor verso, en los libros de poesía.
*
Un poeta mayor de treinta años que lea fundamentalmente poesía nunca escribirá nada que merezca la pena.
*
Los malos poetas son los mejores humoristas involuntarios, si exceptuamos a sus prologuistas y reseñistas.
*
Un autor estúpido nunca lo es tanto que no pueda llegar a recibir las mejores reseñas y a ser tenido en cuenta por los eruditos.
*
Saber escribir sonetos no es imprescindible para ser poeta, salvo que se quiera escribir en verso libre.
*
Un buen haiku está al alcance de cualquiera, salvo de la mayoría de los poetas que se dedican a escribir haikus.
*
Las obras maestras se escriben en colaboración con toda la historia de la literatura; las obras mediocres solo con los autores que se han leído.
*
Las obras maestras las terminan de escribir los críticos.
*
Tener mucho tiempo para no hacer nada es la primera condición para ser poeta.
*
Un buen poeta publica un poema de cada diez que escribe; un buen crítico comenta un libro de cada cien que lee.
*
Para un crítico una opinión que no coincide con la suya es siempre una opinión equivocada; en esto demuestra que no se diferencia del resto de los seres humanos..
*
Nada nos defrauda tanto como un buen libro de un autor que detestamos.
*
El mal libro de un buen amigo puede provocar placeres inconfesables.
*
Los malos libros llegan solos a la casa del crítico; los buenos a menudo ha de salir a buscarlos.
*
La primera condición para ser un autor de éxito es hablar siempre bien de los críticos y no hacerles nunca ningún caso.
*
Los elogios de los críticos son como las monedas de los distintos países, no todos tienen el mismo valor y algunos están completamente devaluados.
*
“Si el sabio no aplaude, malo; / si el necio aplaude, peor”, dice la fabulilla de Iriarte. Los editores piensan otra cosa: el aplauso unánime de los necios compensa con creces cualquier reparo de los sabios.
*
Destrozar con saña un libro de un autor muy conocido calma los nervios, y divierte a los lectores tanto como una buena pelea.
*
Hay dos oficios a los que no debe dedicarse el apasionado por hacer justicia. Uno es el de crítico literario; el otro, el de juez.
*
Quienes todavía no han aprendido a escribir tienen una extraña compulsión a escribir poemas. Quienes no han aprendido a leer, a escribir reseñas.
*
Un perfecto caballero nunca podrá ser un gran escritor.
*
Una mala persona puede ser cualquier cosa, salvo buena persona.
*
Los buenos críticos nos ahorran la lectura de los malos libros; y a veces, incluso de los buenos.
*
Leer mala literatura es perder el tiempo. Pero a veces se trata de una agradable manera de perder el tiempo.
*
Los buenos críticos dicen lo que nosotros pensamos de los buenos libros, pero lo dicen mucho mejor.
*
Hay críticos que miran por encima del hombro al autor reseñado mientras que otros se agachan para lustrarle los zapatos.
*
El excesivo entusiasmo es casi siempre una falta de educación.
*
El crítico, al contrario que el poeta, no puede comportarse como un niño malcriado.
*
Si te dedicas a la crítica y no tienes enemigos, mejor dedícate a otra cosa.
*
Todo crítico acaba cediendo a la tentación de escribir no de los libros que existen, sino de los que deberían existir.
*
Si leer no es para ti una obligación, sino un placer, nunca serás un buen reseñista. Ni harás carrera como profesor de literatura.
*
Hay quienes piensan que poetas y novelistas no son sino un mal necesario para que exista la crítica. Y yo a veces pienso que tienen razón.




20 comentarios:

  1. A una le gustaría confiar en un crítico; y leer sólo lo que ese crítico considera bueno, y no leer lo que considera malo. Así no habría que leer la mayoría de lo que se publica (y se publica tanto, y tan malo...). Pero por desgracia no he encontrado aún ese crítico ideal con el que siempre esté de acuerdo. Ni en literatura ni en cine. Y entonces el problema es que hay que besar 100 sapos para encontrar un príncipe. Por otro lado puedes decir "Si en las 30 primeras páginas el libro no me convence, lo abandono". Pero obviamente es caro. Lo que hago, desde hace tiempo, es "cata y cala" de libros en Internet: leo un capítulo, un pasaje..., y sólo si me atrae el estilo, entonces lo compro. Para mí, en narrativa, el estilo es fundamental. Un escritor, si no tiene un estilo propio y particularísimo, entonces no es escritor ni es nada (a lo sumo redactor).

    ResponderEliminar
  2. Totalmente de acuerdo con lo que dices. Pero no me parece mal que no haya un crítico en el que confiar plenamente (sería como un gurú). Mejor tener en cuenta a varios y no fiarse del todo de ninguno. Y compaginar internet con las visitas a alguna librería para hojear los libros en papel (seducen de otra manera).

    JLGM

    ResponderEliminar
  3. La carencia de crítica mató a muchos críticos.
    Acedo

    ResponderEliminar
  4. Respuestas
    1. De acuerdo. Pero...
      Un placer leerte, José Luis.
      Felicidades con retraso.
      F.M

      Eliminar
  5. Me estoy adentrando en la poesía joven española(soy poeta joven, con perdón); y me he comprado las antologías de Villena. Algunas cosas me gustan. Sigue para usted teniendo vigencia su Generación del 99? Qué otra antología me recomienda? Gracias, R

    ResponderEliminar
  6. Las antologías de poesía joven son material perecedero. Caducan pronto, salvo algunos nombres. Los que vale la pena es seguir y que importan más por lo que han escrito tras aparecer en una antología iniciática.

    JLGM

    ResponderEliminar
  7. Creo entender lo que JLGM quiere decir en su último comentario; pero, supongo que por alguna errata, la sintaxis parece tan enrevesada que no acabo de verlo claro.

    ResponderEliminar
  8. Los poetas siempre son jóvenes, aunque sean jóvenes.


    ResponderEliminar
  9. Uy. La frase anterior, pues ya te la dije -ya te la di-, es mía. Puro despiste, se me olvidó poner este nombre mío de jurista. De quién serán las que no damos. Adolfo González.





    ResponderEliminar
  10. No sé si los poetas siempre son jóvenes. Lo que sí sé es que los poetas (los que lo son de veras, no los versificadores más o menos adornados, o ingeniosos, o lo que sea) son raros. Rarísimos. De hecho, será la edad, me van pareciendo cada vez más raros.

    ResponderEliminar
  11. señor Anónimo, ¿qué es para usted un poeta de veras?

    ResponderEliminar
  12. Los que ponen en lo que escriben, y transmiten al leerlos, fundamentalmente dos cosas: autenticidad y emoción. Pero eso es raro-rarísimo: lo normal es encontrarse con gente que piensa que el lucimiento personal, o la trivialidad más o menos adornada (o ambos, que no se excluyen) es lo que de veras importa. Un "poema" que no nos conmocione interiormente, que nos deje exactamente donde estábamos antes de leerlo, es del todo inútil. De hecho, no es un poema. Y así son un porcentaje altísimo de los que uno lee; un porcentaje difícil de cuantificar exactamente, pero que me temo que no baje en ningún caso del 99%.

    ResponderEliminar
  13. Pero no hay poetas de veras sin lectores de veras. Puede ocurrir que el fallo no esté en el emisor sino en el receptor.

    JLGM

    ResponderEliminar
  14. Sin duda. Muy justa precisión. Con todo, sigo creyendo que los poetas verdaderos son extremadamente raros. Lo que no quiere decir que no se pueda disfrutar incluso con quienes no pertenecen a ese escogidísimo grupo. No sé quién decía que un gusto realmente bueno es uno fácil de contentar, pero muy difícil de satisfacer. Lo suscribo.

    ResponderEliminar
  15. Todo lo excelente es raro. Si no ¿qué mérito tendría?

    JLGM

    ResponderEliminar
  16. Contesto con cierto escrúpulo, por miedo a convertir esto en una conversación casi privada (no es el lugar). La respuesta a la pregunta es: "la excelencia". No necesariamente lo excelente es raro. Borges decía que "no pasa un día sin que estemos, al menos un instante, en el Paraíso", o también "en este mundo, la belleza es común". Cabría ahí discutir si en el primer caso estábamos hablando de excelencia creativa y humana y en este otro de excelencia, digamos, natural; yo no creo que haya entre ambas una separación tan tajante, pero esto nos llevaría demasiado lejos. Resumo, pues: lo excelente acostumbra a ser raro; pero la rareza no es, a mi parecer, condición imprescindible de la excelencia.

    ResponderEliminar
  17. Un buen crítico es aquel que te hace leer un libro (sea bueno o malo)

    ResponderEliminar
  18. El que te hace leer un libro malo no es un crítico, todo lo más un profesor de literatura.

    JLGM

    ResponderEliminar